Por Daniel Di Giacinti (*)
Recuerdo esos días entrando a la plaza donde iba a hablar Leopoldo Fortunato Galtieri (Presidente de facto por la Junta Militar) acompañado por un grupo compañeros de Línea, cantando ¡Patria sí colonia no!
Nuestra idea era llenar de pueblo el camino que habían elegido los dictadores de enfrentar a la OTAN para impedir que retrocedieran en una intencionalidad que sabíamos no podía terminar bien. Días atrás nos habían reprimido en la plaza del 30 de marzo cuando el pueblo en las calles, se movilizó bajo la consigna “Paz, pan y trabajo” desafiando la dictadura.
Pero aquel 10 de abril en la plaza la gente no nos daba ni pelota, de repente al compañero Osvaldo Grossi se le ocurrió largar la marcha peronista…rápidamente el gorilaje se alejó y los peronchos sueltos en la plaza se sumaron.
Seguimos caminando tratando de llegar al frente de la Casa Rosada. Ya éramos muchos. Recuerdo que los milicos nos cruzaron un carro de bomberos para impedirlo y algunos compañeros nos subimos al camión para alentar al resto a seguir adelante. En ese momento las cámaras de televisión enfocaron y aparecí colgado del camión con un bombo. Mi vieja que todavía vivía, me vio en la televisión y casi se infarta.
Al llegar frente a la Casa Rosada se nos unieron los barras de varios clubes de fútbol.
Cuando empezó a hablar el borracho de Galtieri cada vez que hablaba en favor de la dictadura, lo chiflábamos a lo loco, cuando hablaba a favor de Malvinas y de enfrentar a los ingleses lo aplaudíamos. Recuerdo que este hecho quedó plasmado en un chiste que publicó la revista Humor (ver foto). En ningún otro medio quedó reflejado el apriete.
La policía federal estaba entre las huestes peronistas y la Casa Rosada. Nosotros los escupíamos y ellos nos pegaban patadas con los borceguíes ya que no nos podían reprimir.
Camino sinuoso el de la liberación. Ese momento histórico se llenó de héroes que recorrieron ese camino de enfrentamiento con nuestros enemigos de siempre con heroicidad y valor.
Sabiendo que nuestros “jefes” eran criminales e hipócritas y que no iban a estar a la altura de una guerra patriótica, muchos patriotas demostraron un coraje memorable. Lucharon entre dos fuegos, contra los ingleses y contra la incapacidad de sus jefaturas.
Por eso vaya este humilde recuerdo a todos los héroes de Malvinas como compromiso de una lucha que permanece en lo más alto.
Malvinas: ¡Vamos a volver!
(*) Es autor es presidente de la Fundación Villa Manuelita.
www.villamanuelita.org