El Frente por la Dignidad y el Trabajo Milagro Sala y la Tupac Amaru, encabezaron una nueva marcha de las antorchas en memoria de la abanderada de los más humildes. En conjunto con organizaciones sociales, políticas y gremios, la movilización se llevó adelante desde Constitución hasta el Ministerio de Desarrollo de la Nación con una pequeña particularidad: la guardia de infantería estuvo a la par de la columna en todo el recorrido. Con las antorchas en alto se recordó a quien más hizo por los niños, las mujeres, los excluidos, los grasitas y descamisados y se exigió por la inmediata liberación de Milagro Sala, perseguida, vapuleada y condenada de igual modo que lo fue Evita hace más de medio siglo. La jornada finalizó con un acto en las puertas del ministerio, donde trabajadores y trabajadoras despedidos rechazaron las actuales políticas del Gobierno y llamaron a votar por Cristina Fernández de Kirchner, porque “esta vez no nos podemos equivocar compañeros, ella es la única conductora que nos va a sacar de esto”.
Cobertura Fotográfica: Gabriela Manzo y Cecilia García
“Cada uno debe empezar a dar de sí todo lo que pueda dar, y aún más. Solo así construiremos la Argentina que deseamos, no para nosotros, sino para los que vendrán después, para nuestros hijos, para los argentinos de mañana (…) El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos (…) Nuestra patria dejará de ser colonia, o la bandera flameará sobre sus ruinas.”
“No puede haber amor donde hay explotadores y explotados. No puede haber amor donde hay oligarquías dominantes llenas de privilegios y pueblos desposeídos y miserables. Porque nunca los explotadores pudieron ser ni sentirse hermanos de sus explotados y ninguna oligarquía pudo darse con ningún pueblo el abrazo sincero de la fraternidad.El día del amor y de la paz llegará cuando la justicia barra de la faz de la tierra a la raza de los explotadores y de los privilegiados.”
“De nada valdría un movimiento femenino en un mundo sin justicia social. Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima.”
“Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo. Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria (…) Confieso que tengo una ambición, una sola y gran ambición personal: quisiera que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi patria. Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita.”