(TxT Alejandro Leguizamón / Fotoreportaje Pablo Caprarulo) “Nublado e Inestable” Fueron los dos adjetivos que difundió el Servicio Meteorológico Nacional en todos los medios de comunicación anticipándose a los hechos que, ya desde la mañana del miércoles, se sucedieron sin prisa y sin pausa también en la trama social nacional.
Alrededor de 300 cortes de ruta interrumpieron, de forma parcial y en otros casos total, la circulación de vehículos en los accesos más importantes de todo el país. Tamaño despliegue, aunque impactante, no es extraño. Sino que en él se haya, más bien, la exigencia de implementación inmediata de la Ley de Emergencia Social y Alimentaria sancionada, y olvidada, desde Diciembre del año pasado como respuesta inicial a los constantes atropellos y ajustes que viene sufriendo la mesa de todos los Argentinos y Argentinas.
Sin dudas que el mes de marzo se presenta cargado de escenarios de conflicto social y salarial, días de alta tensión para el Gobierno que se calificó, ante todos nosotros, como la “élite de la gestión” y la “confianza” e incluso se ha atrevido a enunciar a viva voz la pronta “unidad nacional”, la “probreza cero” y el impulso de un supuesto “cambio cultural”. Ahora bien, mientras la organización popular crece, una vez más al calor de las ollas populares, asambleas, encuentros barriales, etc. y va demostrando que no hay ajuste ni lluvia que frene la metodología de luchar y actuar, habrá que preguntarles a los “prometedores del cambio” si alguna vez pensaron en plasmar, sobre la realidad efectiva, alguna de esas sensibles consignas. Todo indica, después de un año y tres meses, que no.