Trabajó en todos los soportes de medios y desde distintas ópticas: de conductora a panelista pasando por productora. Sorprendida por la pasividad con la cual la sociedad acepta las mentiras de este Gobierno, afirma que ahora “hay miedo” de opinar. Pese a eso no le teme a la “brecha o como la quieran llamar… existe desde Unitarios y Federales”, de hecho “está buenísimo saber quién es quién, qué piensa y para quién opera”. Preocupada por el vacío de contenido en la información hegemónica como en las palabras del propio Presidente, asegura que falta pluralidad en la información y “eso lo debemos tomar muy en serio”. A favor de la despenalización del aborto “porque se nos mueren pibas”, Gisela Marziotta, militante de la palabra, afirma que ahora es nuestra responsabilidad cargar de contenido político a Ni Una Menos para que no quede en una marcha por año. Confiada en que Vamos a Volver para volver a creer, se sorprende de sí misma al escucharse decir que “Menem, al lado de Macri, es un bebé de pecho”.
Por Juan Esteban Kirchner / Fotos: Cecilia Markic
Como si de cuerpos azules se tratasen, adornos y plantas que cuelgan en su espacio-tiempo nos abrazan. Colores, muchos colores, son las primeras impresiones a la retina. Un buda en el centro de la mesa nos asegura armonía en la charla. Los mates agregan confianza. Gisela nos abre su (s) libro (s), que son muchos y están por toda la casa. Es inevitable ver el título de uno de ellos pronto a ser leído: “El 17 de Octubre de 1945” de Norberto Galasso. Su experiencia en medios le permite manejar los tiempos de la entrevista como pocos sin perder la amabilidad para que estemos cómodos. Resulta inevitable, para tres comunicadores, comenzar la entrevista por lo que hacemos y los desafíos de la profesión.
– ¿Por qué crees que hoy día se da este fenómeno de que un periodista entreviste a otro periodista? Cosa extraña un tiempo atrás.
– Lo que comenzó a pasar en Argentina es que el periodista fue animándose, cada vez más, a tener opinión. Empezó a ser periodista con opinión. Antes no era así. Si bien cuando vos elegís qué contar ya estás dando una opinión, y probablemente tiene que ver con la línea editorial con la empresa en que trabajas, eran pocos los periodistas que opinaban y tenían su espacio específico. Y a eso hay que sumar nuevos formatos que obligaron al periodista, al comunicador o al panelista a dar su opinión.
El periodista empezó a opinar porque no tenía miedo, ahora hay un montón de miedo. No sé qué va a pasar, cuántos van a seguir opinando o cuántos opinan de verdad lo que piensan. No sé. A nosotros, los que opinamos los que pensamos, nos costó un montón este año.
En lo personal encontré un espacio que me contiene, que está buenísimo, que es la AM750 donde puedo seguir opinando, a través de la información, a través de las entrevistas, a través de la selección de las notas que hago… porque en realidad estás todo el tiempo opinando.
En realidad está buenísimo saber lo que piensa el que tenés enfrente. Es sumamente necesario saber desde dónde se para el otro. Esa es como “LA” información. Acá no estábamos acostumbrados a eso, surge durante el kirchnerismo y se consolida los últimos tres años. El periodista siempre habla desde un lugar. Lo que pasa es que te venden, desde que estudias periodismo, la búsqueda de la objetividad. Falso. Falso de toda falsedad. Salís ya con un chip equivocado desde la facultad.
Es imposible la objetividad. Somos seres subjetivos: ¿quién puede imaginar que un ser humano pueda llegar a la objetividad? Lo grave también es que se opina sin rigurosidad periodística… entonces se miente. Están tergiversando la realidad, están distorsionando la información. Y eso ya es perverso. Pero aparte es con una clara intencionalidad que es desinformar. Llenarte la cabeza para que no pienses también es desviar la atención de lo que es importante.
En los medios hegemónicos, que ahora son todos, no se puede creer la distorsión sobre las prioridades de las noticias. ¿Es más importante si Cristina es amiga de Lázaro Báez o la cantidad de gente que se quedó sin trabajo? ¿Es más importante la obra pública de Lázaro Báez durante doce años de kirchnerismo o la que se le dio a Calcaterra durante los nueve meses que pasaron? ¿Es más importante que el Presidente no tenga plata declarada o que Cristina use un determinado esmalte de uñas? Eso es criterio periodístico básico, qué es noticia y qué no lo es…
– ¿Y cómo llamas entonces a lo que hace la prensa que se autodenomina objetiva?
– Es un periodismo de militancia también, pero con otro interés. Pero es lo mismo. Las empresas periodísticas siempre están vinculadas a un interés político. Pasa que esto no se hablaba. Lo que logró el kirchnerismo es que hablemos de eso. Desde que se creó el primer diario en Argentina había un interés político. Siempre se crearon para eso. Los diarios, las radios, los multimedios…
– Entonces en buena hora que pasó este desenmascaramiento.
– Me parece que esta buenísimo. Ahora todos sabemos quién es quién, donde está parado cada uno, para quien trabaja o para quien opera.
– ¿Todos lo sabemos?
– Yo creo que sí. Se sabe. Como nosotros decimos “ellos”, ellos también nos dicen “ellos”. A mí me parece que está muy bien que exista como grieta. No le tengo ningún miedo a la brecha, la grieta o como lo quieran llamar. Desde unitarios y federales en adelante, desde civilización y barbarie en adelante que existe… esto no es nuevo. Es querer instalar ahora algo que no es nuevo, en todo caso lo que hizo el kirchnerismo fue ponerlo en debate.
– ¿Imaginaste semejante complementariedad entre el discurso oficial y el de los medios?
– Desde que trabajo, desde mis 17 años, que nunca vi algo así. Nunca había visto un discurso tan sincronizado, homogéneo, como el de ahora. ¡Tampoco sé cuánto va a durar eh! Lo cierto es que Clarín, en el momento en que no le cierre, cambia de candidato. Clarín arranca siendo oficialista y después no se sabe. Con lo cual no creo que sea eterno este enamoramiento que tienen. Tenían un fin en común que era sacar al kirchnerismo, ahí sí había una sociedad clarísima que le servía a los dos. Ahora hay que ver cuánto tiempo le va a servir a Clarín esta sociedad.
VACÍO DE CONTENIDO, PURA FORMA
– Falta pluralidad en la información. Ese es otro de los puntos enormemente grave y hay que empezar a tomárselo en serio y pensar de aquí adelante qué. Por un lado, en la opinión se pierde la rigurosidad periodística, de datos y de información, que es lo que más se ve en los programas de debates (encima te ponen un cupo opositor para decir que son plurales, después no lo dejan hablar… pero bueno). En esos programas no hay rigurosidad de nada. Hay un dato y hay debate. No hay profundidad no hay contenido, no hay nada. La tele lamentablemente tiene ese ritmo de hablar rápido porque sino aburre. Pero la falta de contenido básica arranca desde el Presidente de la nación para abajo.
– ¡Estás filosa eh!
– Y eso que tengo mucho espacio en la radio. Pero hay que hablar. Falta hablar un montón. Hay un vacío de contenido que me preocupa. Y me preocupa mucho la pasividad ciudadana para aceptar la mentira obscena y el incumplimiento de las promesas. A veces pienso: Si votaste a Macri y el tipo te incumple, en seis meses, todas las promesas por lo cual lo votaste ¿cómo aceptas con esa pasividad la mentira y la falta de compromiso a la palabra de un tipo que es el Presidente de la Nación? No entiendo esa pasividad. No lo puedo entender. Se resume todo al odio al kirchnerismo porque sino no hay posibilidad. Entonces por odio acepto que me mientan.
¿Qué están haciendo con prometer cosas y no cumplir? están vaciando de contenido a la política. Qué debate podes hacer en una próxima campaña con un candidato que ya supones que te miente.
– ¿No es ese el objetivo final de este Gobierno? Copiar, por ejemplo, los modelos colombianos y chilenos donde la participación en las últimas elecciones de ambos países fue menor al 37%
– Lo están haciendo desde el minuto uno con el marketing con el que ellos se manejan. No tienen militantes, tienen promotores. Los veíamos: vestiditos de amarillo con los globos. Y lo peor de todo es que son empleados contratados del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que ahora se amplía a Nación.
Conozco mucha gente que trabaja en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a quienes obligaban a hacer llamados telefónicos a ciudadanos porteños para hacerle publicidad al Gobierno de Larreta. Eso en mi país se hacía con militantes y con voluntad, no porque están contratados y cada tres meses tienen que renovarte el contrato… entonces si no le dedicas una vez por semana dos o tres horas a hacer los llamaditos probablemente no te renueven el contrato. ¡O el timbreo! Los obligan a los empleados de la Ciudad a hacer timbreos y a sacarse fotos. Conozco gente que se ha negado a sacarse fotos y luego tuvieron que dar explicaciones de por qué se negaron. Y bueno, ahora están vaciando de política a nivel nacional.
El voto electrónico por ejemplo: no me sorprendería que en 15 minutos vengan con el voto optativo. Para mi vamos a eso en la próxima elección presidencial. El modelo de Colombia, Chile y Estados Unidos, es el modelo a seguir de este Gobierno. Y me pregunto: ¿es necesidad instalar este año, con todo lo que está pasando en el país, el voto electrónico como debate? No puede estar en agenda con todos los quilombos que hay. Y lo peor de todo es que lo están logrando sacar en el Congreso con gente que vos pensabas que estaban de tu mismo lado.
– ¿Pero entonces qué nos pasa que aceptamos las mentiras?
– Bueno, hay un sistema que ha triunfado en el mundo que es capitalismo y su máxima expresión es el neoliberalismo. ¡Bienvenidos! Estamos acá en los 90 nuevamente. Y esto es a nivel mundial. No estaba en los planes de nadie lo que ocurrió aquí estos últimos años, no pudieron con el bloque regional. La muerte de Chávez fue enormemente grave para la región…
Me interesa lo que está ocurriendo actualmente en Venezuela para tratar de comprender la desarticulación regional y cómo empiezan a tirar las piezas. Ves lo que pasó en Brasil, el golpe institucional a Dilma, y empezás a ver que todo tiene un sentido. No somos la excepción. No sé qué hubiera pasado si no moría Chávez o Néstor.
CIVILIZACION Y BARBARIE. PROYECTOS Y MODELOS.
– ¿Hoy quiénes son los civilizados y quiénes los bárbaros?
– Para mí la barbarie es que en seis meses puedan destruir lo que se construyó en doce años. Eso es barbarie. No hay otra posibilidad. No pasó nunca en la historia de Argentina que se destruya en tan poco tiempo lo que se construyó en doce años. La velocidad en que va todo es impresionante, el endeudamiento por ejemplo: en seis meses nos endeudamos más que en la dictadura militar. También estamos en tiempos que van más rápidos. Es cierto.
– ¿Y qué parte hicimos mal para que en seis meses puedan haber destruido todo?
– No estoy de acuerdo con pensar así. Creo que puedes construir lo más sólido que se pueda pero el golpe puede ser tan tremendo que te lo destruya. ¡Además claramente Macri no vino a pedir permiso eh! Macri arrancó queriendo firmar un Decreto para nombrar jueces de la corte y llamar a sesiones extraordinarias.
Creo que se lo subestimó un montón a Macri y me hago cargo también. Nunca pensé que iba a ir a la velocidad que va. Ni que iba a tener esa cosa tan perversa. Aparte de mentirle al electorado, vinieron con banderas de institucionalidad y aparece el Decreto. Después Milagro Sala, luego endeudamiento, despidos…
Tampoco pensé que no se le hiciera un paro general durante el primer año de su Gobierno. Desde el 83 hasta ahora no pasó nunca que un Gobierno no peronista no tenga un paro general en su primer año. No entiendo el rol de los sindicatos. No lo entiendo. Podría decir que del triunvirato de la CGT dos responden al massismo, un massismo que está dando los votos para aprobar un presupuesto que le está sacando el dinero a la educación, a los DDHH, a la ciencia, la tecnología y a la cultura. Claramente está este doble juego de Massa en los medios siendo opositor, opositor para la foto pero oficialista en el recinto. Todo con ese discurso de la “gobernabilidad”. Nadie está hablando que a Macri hay que sacarlo a patadas, estoy hablando de que hay que reclamar lo que corresponde.
Me parece que hay una clara diferencia entre un modelo y un proyecto. Esto es un modelo: se lo dan cuadradito y cerrado, se copia y se ejecuta. Es una receta que te bajan de otro lado. El proyecto es otra cosa: es a largo plazo, sostenido en el tiempo, con políticas públicas. Es otra cosa. Esto de ahora es un modelo y el kirchnerismo tenía un proyecto.
– Jauretche habla justamente de eso, de los modelos que importamos, los cuales nunca funcionaron porque están pensados para otros países, otras naciones y no para este continente.
– Y claro… importas el modelo y aquí no funcionan. No hay posibilidad de que funcione. No hay ni siquiera empatía. Es un modelo que baja del FMI: tenés que tener esta cuenta, estos empleados, la gente con miedo de que la van a despedir… es un modelo que ya lo conocemos. Creo igual que este es un poquito peor. Peor que los 90. ¿Qué loco no? Nunca pensé que iba a decir esto, pero hoy Menem parece un bebé de pecho… eso es a lo que nos lleva Macri.
LAS MISMAS CARTAS
– Este momento me hace acordar mucho a lo que fue el comienzo de la Alianza. Son casi los mismos además. Lo único es que en vez de estar De La Rua ahora está Macri. Me acuerdo de las elecciones de medio término de De La Rúa, como las que habrá el año que viene. Lo primero que hizo la Alianza en el 99 cuando asumió fue crear la Oficina Anticorrupción. La Alianza había llegado con la bandera de “se robaron todo, nosotros venimos acá a organizar para investigar todo hasta las últimas consecuencias”. Llegan las Legislativas y las encuestas eran un desastre para la Alianza, entonces apareció el golpe de efecto de meter preso a Menem.
Pero ¿cuál es la diferencia entre ese momento y este? En aquel momento no había menemismo. Ahora hay kirchnerismo… y mucho. Esta elección la ganaron por dos puntos. No es tan fácil ahora usar esa carta. Es muy difícil hoy tomar esa decisión. En la época de la Alianza no había menemismo y jugaron esa carta (igual las elecciones las perdieron, no les alcanzó). Y siempre pienso: ¿se animarán a meter presa a Cristina el año que viene? Este año es obvio que no pueden.
– ¿Es obvio?
– A mí me parece que no pueden todavía. Es un escándalo si la meten presa. ¡Si va a declarar y se arma lo que se arma en Comodoro Py imaginate si un día va a declarar y no sale! es un costo político muy alto. Lo están haciendo con Milagro Sala. ¿Por qué? Porque es más fácil, aparte porque su detención tiene un efecto disciplinador: “mirá lo que te pasa si molestás”. Aparte del nivel de violencia institucional, humano, de género. La detención de Milagro Sala es todo. Es un símbolo enorme. Es como una síntesis Milagro Sala. Pero ¿qué pasa? Está lejos y los medios hegemónicos no le dan bola…
– ¿Y no es hasta grotesco que el Gobernador Morales haya salido a decir: “yo a Milagro no la voy a soltar” como respuesta a la resolución de la ONU? Digo: se está haciendo cargo de que la detención de Sala la decide él y no un Juez.
– Claro, se está haciendo cargo de eso y si hay una resolución de la ONU hay un ninguneo enorme desde Cancillería también. Hace 15 minutos querés ser la Presidenta de la ONU y después no le das bola lo que dice la ONU.
Es insólito, pero también deja todo más claro. De esta forma no hay dudas: ni a dónde va Macri, ni a dónde va Clarín, ni a dónde va la justicia. Está claro que la Justicia Federal está obviamente a disposición del poder político. Eso tampoco es novedad.
MILITANCIA, ALFONSÍN Y NÉSTOR
– Comencé a militar en el Ateneo El Centenario, en la sexta. En Caballito. Era muy chiquita, tenía 16 años. De hecho no me podía afiliar cuando fui al comité. La razón es que era muy anti menemista. Estoy hablando del año 91. Y ese espacio era el antimenemismo. En mi casa nada que ver, son gorilas… pero por decisión propia fui allí a militar. Si a los 16 años fui a buscar un espacio antimenemista lo que seguí fue pura coherencia. Porque siempre el espacio dentro del radicalismo fue desde el progresismo, el alfonsinismo…
– ¿Qué recuerdos te quedan de esa etapa?
– Me gustaba todo: salir a pintar, ser fiscal en las elecciones, repartir volantes en las esquinas, organizar fechas. Re lindos recuerdos. Y después empecé con el periodismo. Quería hacer periodismo político y empecé a darme cuenta que no podía estar como militante y periodista. Como que se me contraponía, estaba en una escuela que te decía: “hay que ser objetiva”. En su momento era una cosa o la otra. Aunque también es cierto que es muy difícil militar como mujer en el radicalismo. Pero valoro muchísimo los debates, era muy interesante. Conectas con la realidad cuando militas. Ahora devuelta estoy empezando a participar de algunos espacios… viendo, escuchando. Estuve yendo a varios lugares a escuchar.
– De hecho, el jueves pasado, 27 de octubre, no pudimos hacer la nota. Me dijiste: “es el aniversario de la muerte de Néstor y quiero estar”.
– Creo que el día de la muerte de Néstor me hice kirchnerista. Me acuerdo que me entero de la noticia y dije, como muchos, “no puede ser” y empiezo a chequear si era cierto o no con mensajes. Se fue la censista y me fui directo a la plaza. Fue lo primero que me salió. No había nadie cuando llegué, era temprano, tenía que ir a trabajar y no me pude quedar a todo lo que pasó después.
– ¿Y alguna vez te preguntaste porqué estabas allí?
– No… no. Y no tiene explicación. Porque yo no tenía ninguna afinidad.
– ¿Ninguna?
– Sí pero no… a ver: no hubiera pensado nunca que iba a salir disparada a Plaza de Mayo el día de su muerte. Si se moría Alfonsín era obvio… pero con Néstor no. Entonces dije: “algo está pasando conmigo”.
– ¿Nos cuesta ser contemporáneos no?
– Sí… cuesta me parece. Tiene que ver también con la forma de cada uno. A veces tenés como que tomar distancia. Yo era muy alfonsinista. No estaba abierta a otra cosa. Tenía un referente. Pero se muere Néstor, se muere Alfonsín… ¿dónde estoy parada? Y ahí se me fue abriendo el espacio… porque todos necesitamos tener un espacio.
Por más que digas que no te interesa la política perteneces a un espacio sin saberlo. A mí siempre me gustó pertenecer a un espacio. Me gusta saber a dónde estoy. Ser consciente de cuál es mi grupo.
– Si bien no eran tu referencia, calculo que te interpelaron algunas de las políticas públicas de Néstor y Cristina.
– Sí claro, todo lo que tiene que ver ampliación de derechos me pareció central, la columna vertebral de lo que es un proyecto. Los DDHH también, pero la primera sensación es que nos lo habían robado del alfonsinismo. Decía “ahora es mucho más fácil, el que se la bancó en serio era Alfonsín, no Néstor bajando un cuadro”. Pero ahora, lo ves a la distancia y decís “menos mal que bajó ese cuadro… “.
El No al ALCA también, eso fue impresionante. Era como que se empezaban a dar señales de que había cosas que iban a andar bien, pero yo estaba en un espacio donde todo eso era obvio, lo que pasa es que no teníamos un Presidente. Por eso el alfonsinismo termina siendo kirchnerista, es una cosa de sentido común. Si están haciendo todo lo que el alfonsinismo planteó siempre y más ¿cómo no vas a estar en ese espacio? Si además el radicalismo no existe.
El día que el radicalismo firmó la alianza con cambiemos yo estaba en Duro de Domar, me vestí toda de negro y dije: “Estoy de luto, acaba de de morir el radicalismo”. Para mí ese día fue el fin del radicalismo. Fue la traición absoluta desde Leandro N. Alem en adelante. Nunca había ocurrido a ese extremo. Ni siquiera son secuaces del macrismo ¿Qué nos perdimos en esa negociación?
DEUDAS
– ¿Es suficiente una ley para avanzar sobre ciertos prácticas y conductas tan arraigadas en nuestra sociedad como la violencia de género?
– Es una cuestión cultural, claro… pero lo que hace la ley es dar un marco institucional a una batalla que será cultural, pero la ley es necesario para batallar. Entonces ahí tenés una herramienta más para esa batalla que será por generaciones. También sirve la ley porque pone el tema en debate. Instala el tema. Y también sirve para exigir que se cumpla esa ley. Tienes un marco legal e institucional para que se cumpla.
La violencia de género es una de las deudas del kirchnerismo. Esperaba más de Cristina en ese tema. Me imagino además lo que ella debe haber padecido (y padece). Porque lo que padece lo padece doblemente por ser mujer. Desde ahí pensé que iba a hacer más… Cristina no está a favor del aborto, yo sí. A favor del aborto no como método anticonceptivo, sino a favor del aborto para que no se mueran las pibas.
– Pero la pregunta del millón es si se hubiese podido avanzar en cuestiones como el aborto viendo, a la distancia, que ganó un conservador como Macri.
– Bueno… Quizás no era el momento, Cristina debe manejar mejor los tiempos que yo ¡Claro! Probablemente mis planteos o necesidades no eran para el momento. No tengo el timing ni la política de Cristina. Por algo Cristina es Cristina y yo Gisela. Claramente todavía estamos en una sociedad que tiene muchas costumbres arraigadas… y la verdad es que hay algunos temas que deberían estar por encima de la religión. Estamos hablando de la vida de las personas y del derecho de acceso a la salud.
Está muy mal explicado el tema del aborto. A ver: la mina que tiene plata aborta y no le pasa nada. Ese es el punto. La que no tiene plata termina muriendo porque termina haciéndose el aborto igual en las peores condiciones o termina presa luego de ir a un sanatorio. Y está mal explicado porque está utilizado obviamente con ese fin. Es tan perverso… porque aparte hay un montón de personas que hace negocios con eso.
– ¿Qué reflexión te dejan las últimas manifestaciones de Ni Una Menos?
Puntualmente Ni Una Menos me parece que está bueno como punto de partida para instalar un tema, que se visibilice una situación. Pero también me parece que ya va un tiempo y estaría bueno ponerle contenido al ni una menos. Pero estamos hablando de un Gobierno que vacía de contenido todo, no se va a ocupar de ponerle contenido a Ni Una Menos. Me parece que va a depender de nosotras cargar de contenido político, sino queda en una foto una vez al año que se visibiliza y que después volvemos a casa y el tipo la sigue cagando a palo.
La violencia del tipo que pega, más la violencia del cana que te atiende cuando haces la denuncia, más el Juez que se hace el boludo, más la pulsera que se sacó y nadie se dio cuenta, la perimetral que no se cumple…. Entonces la violencia de género no es solamente el tipo que le pega la mina. Es institucional. Está institucionalizada y ahí entran también los medios.
– ¿A groso modo qué más crees que haya quedado pendiente de los últimos doce años del Gobierno Nacional y Popular?
– Una estructura de comunicación que hoy no tenemos. Me parece que el error más grave terminó siendo ese. No puede ser que hoy no haya espacios: hay un discurso único, hegemónico y dominante porque no hay pluralidad de voces. Los medio que la estamos remando somos chiquitos, no tenemos el alcance suficiente para ser escuchados. El contenido que hacemos es hasta mejor, pero no tenemos alcance. El taxista, que hoy está un poquito más enojado con lo que votó, quizás no engancha tu radio, engancha Mitre que llega a todos lados y se escucha bien.
– ¿Ves puente posible con aquel que votó a Macri?
– Hoy no lo estoy viendo. Me doy cuenta que va a ser muy difícil penetrar ahí. El rol de los medios de comunicación es muy importante. Es cada vez más y es siniestro lo que están haciendo, hace que la gente hoy te responda a los despidos, a la reducción del salario con: “bue… se robaron todo”. Ahí se termina la charla.
– ¿Y con el humor no llegamos a Doña Rosa?
– No sé… a Duro de Domar lo veían solo los convencidos. Quizás con Petinatto se amplió un poco más. Se bajó el contenido político y se dio más importancia al espectáculo y desde allí podes bajar un montón de línea política. Es cierto. El cómo tratas un tema, el que sea, es muy importante y puede ser disparador para temas más profundos. Pero no vas a convencer a nadie de que el debate es otro a que si se robaron todo o no. Es la distorsión todo el tiempo de la realidad.
Que estés a favor de un proyecto no quiere decir que estés a favor del que robe o del corrupto. Los medios ponen todo en el mismo paquete y no es lo mismo. Estamos hablando de un proyecto que es mucho más grande que un López tirando unos bolsos con dólares. Y hay un debate que no se da, y que a nadie le conviene, que es el financiamiento de la política, porque sino la política queda solo para millonarios como Macri. Nada más. Entonces: o debatimos el financiamiento de la política y quienes hacen política o lo política vuelve a ser lo que era en algún momento, en una época, que era de la gente con plata: una elite con guita que se autofinancia.
– Década infame…
– Claro… volvemos al voto no obligatorio, al fraude electoral con el chip que nos quieren meter. Sí, estamos bastante cerca. Incluso lo que ocurre hoy es hasta anterior a la década infame, es peor. Por ejemplo el voto electrónico con ese chip que cualquiera desde un celular puede saber lo que votaste… yo quiero creer que el chip no va a pasar.
La nota ya había concluido. Sin perder la amabilidad, Gisela comenzó a producir su programa de radio que en dos horas estaría al aire. Su celular daba indicios de ello: mensajes, audios y más mensajes. Información.
– ¿Escucharon el audio de Stanley?
– Sí… imagino arrancarás el programa de hoy con ese audio.
– ¡Claro! Es tremendo ese audio… Pero pará, pará… quiero mostrarles algo. Porque estuve en Atlanta cuando fue Cristina. Fue un acto hermoso, muy bueno. Pero me pasó algo muy lindo. Me acuerdo que estábamos todos esperando a Cristina y cuando entra me ve, me reconoce y me llama por mi nombre. ¡No lo podía creer! Los guaredaspaldas se dan cuenta, me permiten acercarme y logré sacarme una foto con ella. ¡Quería tener mi Selfie con Cristina! jejejeje y la tengo, miren:
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