Ya comenzó el debate en comisiones por lo que se definió como “Ley Ómnibus”. El oficialismo utiliza a los jubilados para introducir el blanqueo de capitales que incluye al propio presidente, flexibilizaciones impositivas para ricos y la rifa de las acciones de la ANSES. Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, describió lo que pretende hacer el oficialismo y se metió con los temas de fondo de los que no se habla: el financiamiento real del sistema jubilatorio en manos de los pobres y los trabajadores y la mafia de los medicamentos en el Pa’ Mí.
Por Nicolás Hernández*
“Hay 3 millones de jubilados que hoy ganan $4.900, que el año pasado cobraban $4.200. La situación de exclusión y hambre es la misma”, lanzó Semino. Según él, esa es la realidad, “los análisis políticos los hacen los que tienen la panza llena”, sentenció en conversación con El Antídoto, por FM Raíces Rock.
Picante, el Defensor del Pueblo de la Tercera Edad aceptó que el proyecto de ley le solucionaría la situación a un tercio de los jubilados que realizaron demandas. La litigiocidad comenzó con Cavallo a la cabeza y con él gran parte del gabinete actual. Por entonces inauguraron el “Darwinismo Social”, esto es que cobren “los superiores de la especie, los que llegan vivos a después de 15 años de iniciado el juicio, o sea el 1%.”
Si bien rescató la mejora de “entre un 35% y un 45% del haber conforme a la historia laboral”, agregó que: “lo del blanqueo de capitales no tienen que ver con esto”.
Aclaró que la medida está pensada para ser financiada desde el Fondo de Garantías de Sustentabilidad, que registra un flujo de entre 70 mil y 90 mil millones de pesos, siempre y cuando no se tocase el capital. Con esto se cubriría el costo fiscal previsto en 60 mil millones para el primer año y en 75 mil millones para el segundo.
Según Semino, “esto no es humanismo, sino que es una medida macroeconómica para inyectar dinero en el mercado, ya que el jubilado es el mejor activador de un mercado, porque lo consume en el mercado interno, porque tiene necesidades insatisfechas y no tiene decisión de ahorro. Y señaló: “La tasa de recupero de lo que se le pone en el bolsillo al jubilado se calcula en 40% dentro de los primeros 30 días. Esto te genera impuestos y trabajo.”
En cuanto a la iniciativa del oficialismo que incluye la Ley de aumentar a 65 años la edad jubilatoria de la mujer, el especialista fue claro: “La Ley 24.241, que es una ley de fondo, por lo cual no puede ser modificada por una ley supletoria como la que se pretende, dictamina que es facultativo de la mujer ingresar al sistema a partir de los 60 años.”
Ni la renta financiera, ni la renta minera
¿Cómo se sustenta el sistema previsional? “En realidad lo que financia el sistema no es el Fondo de Garantías, sino que lo es el aporte desde el trabajo y desde los impuestos”, remarcó Semino. Para él “acá está el problema de fondo del que nadie quiere hablar, ni nadie quiso hablar”.
Explicó que el sistema hoy tiene dos fuentes de financiación genuinas: una es el trabajo, que aporta el 48% del financiamiento y la otra, son los impuestos, que aportan el 52% restante. En este sentido, el impuesto más significativo es el Impuesto al Valor Agregado (I.V.A.), “que es el más regresivo de los impuestos”. Por lo cual “es insostenible un sistema donde los pobres tienen que mantener a los pobres jubilados”.
La renta minera, la renta financiera o el juego aportan cero pesos y el que pone la plata para los jubilados es el pobre a través del I.V.A. “Lo que pasa es que Cristóbal López, la Golden… son los que bancan las campañas políticas de todo el sistema: del que ganó y del que perdió”, señaló en referencia a las resistencias de los sectores políticos para modificar las escalas de impuestos que nutran el fondo de ayuda previsional.
“Yo vivo en Mataderos, hay muchos talleres clandestinos acá a la vuelta de casa, los muchachos bolivianos laburan 23 horas por día. Cada vez que salen a una terracita que tienen, a tomar mate -que no le dan con el látigo y los dejan esparcirse 10 minutos-, yo los salgo a aplaudir desde la terraza, porque los tipos compraron yerba, ellos que no van a jubilarse en ningún lado, que están esclavizados, compraron yerba, compraron azúcar, compraron galletitas y con el IVA están pagándome la jubilación … y después los discriminamos”.
“¿Luciano Di Cesare (ex-titular del PAMI) hizo algo nuevo que lo que hicieron los 53 interventores anteriores?”, se preguntaba Semino. “Se afanó todo. El PAMI sigue siendo Pa´Mi”, contestó.
La industria del medicamento
Otro tema contra el cual el Defensor del Pueblo de la Tercera Edad apunta es la industria del medicamento. “Es la cartelización de la actividad, de la venta de medicamentos en la Argentina, a través del contrato de PAMI”, plantea. El contrato fue ratificado el 5 de abril por la actual administración.
Pero a esto se le suma un agravante: “en esta rectificación la industria del medicamento le perdonó a PAMI una deuda que tiene con la industria de 1.600 millones de pesos por razones sociales.”
“De chiquito a mí me enseñaron que hay tres industrias que no perdonan las deudas, que son: armas, narcotráfico y medicamentos”, comentó con sorna, y advirtió: “A cambio de qué habrá sido, vamos a ver cómo se desarrollan los negocios de ahora en más”.
“Si apareciera Ramón Carrillo -al que mandaron al exilio en el 54, antes del 55-, o Arturo Oñativa con la monodroga, cagarían a patadas a todos: los que estuvieron los últimos años y los que están. Porque realmente se rompió el modelo de atención socio-sanitaria y se hizo lo peor para un pueblo: ‘El negocio pasó a ser la enfermedad y no la salud’”.
(*) Nicolás Hernández es parte del Programa El Antídoto que se transmite por la radio FM Raíces Rock de Lunes a Viernes de 7:00 a 9:30
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