Dentro de la industria audiovisual también se inició un cambio profundo que va más allá de la producción de contenidos y de su orientación ideológica: la televisión como fuente de trabajo sufrió un revés que se agrava con el correr de los meses. Los grandes medios y productoras comenzaron una ofensiva para recuperar el estado de precarización pre kirchnerista de los trabajadores de “la tele”. C5N, CN23, ENDEMOL, Canal 9, 360, Deportv, Crónica TV, Canal 26, TELEFE y PPT fueron los primeros en comenzar con la reducción de personal, no renovación de contratos, despidos e invitación al retiro voluntario con el fin de bajar los costos laborales y generar más mano de obra desocupada.
El puntapié inicial lo dieron en diciembre del año pasado los hermanos Martín y Hernán Kweller con la no renovación de 90 contratados de la productora Endemol a pesar de la resistencia de los delegados del Satsaid (Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos) que no lograron mantener los puestos de trabajo. La comisión interna de delegados en aquel primer aviso de la patronal declaró en un comunicado “los que la levantaron con pala durante todo este tiempo, nos dicen que la finalización del contrato de ‘AM’ (programa de Telefe producido por ENDEMOL) es razón más que suficiente para esta drástica reducción de personal”.
Una de sus empresas, Endemol Shine Argentina, es la productora más grande del país y fue la de mayor producción durante el 2015. Estudio Mayor es su alter ego técnico y uno de los estudios de TV privados más importante. Ambas empresas fueron grandes beneficiarias del modelo de producción audiovisual anterior.
Martín Kweller, hermano mayor y mandamás del negocio, fue uno de los organizadores del debate Macri-Scioli y tiene línea directa con el actual gobierno. El día en que el ya electo Mauricio Macri visitó la mesa de Mirtha Legrand en sus estudios, el presidente dedicó más de una hora a reunirse con el magnate de los medios, quien seguramente reclamó por sus negocios.
Menos ley y más despidos
Los cambios iniciales en la ley de servicios audiovisuales abrieron el libro de pases, y permitieron la compra y venta de medios. Se afectó al mercado facilitando su concentración, y la mano de obra de la TV se puso en estado de alerta. La compra que hizo el Grupo Indalo de CN23 a los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, terminó con 103 retiros voluntarios y un despido. Ahora el canal funciona con tan solo el 30% de los puestos de trabajo que empleaba anteriormente, dando un paso importante hacia la flexibilización laboral.
CN23 era emitido desde los estudios de los hermanos Kweller, durante el conflicto estuvo tomado por sus empleados y salió al aire con una placa negra que denunciaba el vaciamiento. Kweller no está muy interesado en mantener la mano de obra, sino en cobrar el cheque de CN23. Cuando este no llegue, reducirá personal técnico. Mientras tanto no abonó los sueldos de abril y el personal se encuentra de paro. Más mano de obra desocupada.
El nueve
Canal 9 tiene una situación particular, sus actuales dueños mejicanos y grandes beneficiados de la pauta oficial en la gestión anterior no tienen interés alguno en producir contenido local. Sólo buscan repetir sus novelas internacionales. El viernes 1º de abril, el canal despidió sin causa a 14 trabajadores dando comienzo al proceso de reducción de personal. La asamblea inició un paro por tiempo indeterminado hasta lograr el lunes la intervención del Ministerio de Trabajo. Antes, desde la gerencia del canal expresaron que “los despidos no fueron realizados con anterioridad ya que el contexto político anterior no lo permitía”. Luego, en una actitud desafiante para con la comisión interna, el domingo 3 de abril realizaron 32 despidos más.
El canal tiene una larga tradición gremial, y la solidaridad se transformó en una manifestación espontanea de los trabajadores en la puerta de los estudios, como expresión de unidad ante el avance de la gerencia con los despidos. Finalmente, tras la presión de los trabajadores encabezados por la comisión interna los 32 despedidos del domingo fueron reincorporados y lograron avances con la posibilidad de recuperar algún puesto más de los 14 despedidos inicialmente.
La abogada de Canal 9 se sinceró ante el Consejo Directivo de Satsaid y ratificó los dichos de la gerencia: “Esto lo quisimos hacer en estos últimos años y no podíamos, ahora cambió la mano muchachos”. El resultado es claro, más mano de obra desocupada.
Se acabo lo que se daba: Falta de pago
El sindicato de la televisión se movilizó a las puertas Radio del Plata, el miércoles 6 de abril, por falta de pago de salarios a los trabajadores de la señal. 360 TV está amenazada de cierre y queda ubicada casualmente al lado de Endemol, propiedad de los hermanos Kweller, y también al igual que CN23 se emitía desde Estudio Mayor, también de los hermanos Kweller. No es casual: es un claro ejemplo de la concentración que sufren los medios de producción audiovisual. En este proceso de concentración 360 es otro canal que peligra, y por lo tanto peligran las fuentes de trabajo, posiblemente, más mano de obra desocupada.
La productora PPT, perteneciente ahora al Grupo Indalo, presento un “procedimiento preventivo de crisis” ante el Ministerio de Trabajo, les ofreció a los trabajadores pagar la deuda de los salarios de febrero en cinco cuotas. Los trabajadores no aceptaron la propuesta y el conflicto terminó en el Ministerio de Trabajo, cerrando las negociaciones con el pago de lo adeudado en 3 cuotas los días 18, 23 y 31 de marzo pasado. Los trabajadores ven un futuro incierto ya que sus patrones consideran que los programas de la productora no tienen lugar en el aire de la televisión abierta en esta nueva etapa. Entre otros programas, es la productora de 6,7,8 y Televisión Registrada, que difícilmente encuentren aire en este año. Más mano de obra desocupada.
Pasado y presente de “la tele”
Hace 10 años era imposible creer que la ley de medios sería un hecho concreto, ni que podía recuperarse canal 7 y convertirlo en una reequipada y productiva TV Pública, y mucho menos que se crearían desde el Estado señales de calidad como Encuentro, PakaPaka, la señal de ciencia Tecnopolis TV y un canal deportivo del Estado. Fueron medidas imposibles de imaginar en los primeros años del siglo, y que generarían gran cantidad de mano de obra para la industria audiovisual. Un número de trabajadores que difícilmente cubra el sector privado ávido de volver a una etapa pre kirchnerista.
Hace muchos años solo existía la TV abierta y algunos canales de cable de acceso pago. Trabajar en “la tele” era un privilegio y cobrar bien, una rareza. Los empleados tercerizados, factureros, en negro o meritorios, eran moneda corriente hasta en los programas de aire más importantes de la televisión argentina, como Gran Hermano producido por ENDEMOL y transmitido por TELEFE. Hoy, 15 años después el canal de aire TELEFE, dio también de baja 180 trabajadores contratados. Hacia allá vamos.
En la década del noventa, tras la privatización de los canales de aire realizada por el gobierno de Carlos Menem nacía el formato de las productoras privadas asociadas a los grandes canales. De la mano de la relación carnal entre Polka y Canal 13 se abrió la posibilidad de flexibilizar el trabajo fuera de los canales de aire que aún conservaban un alto grado de sindicalización y resistencia. Hoy ese pasado es un objetivo para los empresarios y el Gobierno, que no demuestran interés alguno en sostener la demanda de mano de obra que la industria audiovisual desplegó los últimos 8 años por lo menos, simplemente porque el objetivo parece ser bajar el costo del trabajo, es decir, generar más mano de obra desocupada.
Ministerio y Escribanía
En este contexto cabe destacar el nuevo rol del Ministerio de Trabajo, revirtiendo el famoso 2-1 en favor de la defensa de los derechos de los trabajadores que supo tener durante el mandato de Carlos Tomada, convirtiéndose ahora en una escribanía de los empresarios de los medios y productoras en desmedro de sus empleados. Así, el Estado juega un papel disciplinador en la nueva postura de achicamiento, dejando a miles de trabajadores en la calle, y a su vez, mostrando el camino y haciendo un guiño al sector privado, que ahora puede tranquilamente generar más mano de obra desocupada.
Televisión abierta
Pareciera ser que en 100 días todas las empresas de medios están fundidas tal como lo expresó Hernán Kweller en el del sindicato de televisión amenazando con no poder pagar sueldos y despedir trabajadores, al mismo tiempo que muchos empresarios, dueños, accionistas o personas con roles importantes en sus directorios, aparecen con empresas fantasmas en paraísos fiscales. El manejo de la pauta oficial del gobierno anterior que tanto cuestionaba el actual gobierno se ha profundizado. Para ahogar a los medios no alineados con el discurso oficial, por 6 meses no se les transferirán fondos. El hilo se corta por su parte más delgada y los trabajadores quedan más rehenes que nunca. Más mano de obra desocupada.
El último 23 de marzo, la comisión interna de Endemol Argentina, de los ya mencionados hermanos Kweller, hizo público un comunicado donde resaltaba: “Nunca fuimos partícipes de las ganancias de esta empresa, por lo cual no vamos a ser los socios de las supuestas deudas y/o pérdidas producidas a partir de sus malos, cuando no, sucios negocios”. La televisión va camino al vaciamiento de contenido y sobre todo al vaciamiento de trabajadores, quiere volver a la etapa pre kirchnerista del mercado audiovisual. Pero las diferentes comisiones internas han demostrado un alto grado de compromiso y reacción así como de solidaridad con aquellos que comenzaban a ser amenazados por reducción de personal o falta de pago. Parece ser ese el camino de la resistencia a las nuevas épocas de la tele.
Allá por el año 2000, Charly García fue entrevistado por el famoso ciclo de aire “Televisión abierta” emitido por America TV y Much Music, el músico con gran ironía sentenció de manera premonitoria mirando a cámara “televisión abierta. ¡Ciérrenla!”
Muy completa la info de esta nota.
Como trabajador y delegado del sindicato de television, debo reconocer que la situación que estamos viviendo (y de la que parece ser solo la punta del iceberg) es compleja y decepcionante. Ojala que nuestros gobiernos dejen de dar dinero a empresarios piratas y comiencen a fortalecer economicamente a una red de cooperativas y universidades para generar contenido audiovisual de las que los trabajadores no participen unicamente en las pérdidas.
Como gremio seguimos en la lucha y esperamos que la luz de esperanza que comenzó a brillar el 13 de abril nos alumbre cada dia con mayor intensidad para recuperar el terreno de los derechos que están siendo mancillados.
Vamos a volver…. lo necesitamos.
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