Los chicos sentados en el piso del tren o en la vereda con su computadora se habían transformado en una postal habitual en los últimos años. Detrás de esa herramienta había trabajadores que pensaban cómo sumarle contenidos pedagógicos, cómo construir con los maestros, con los equipos de cada provincia, experiencias educativas que se potencien con la tecnología. La doctrina Pro vino a barrer con este esfuerzo: “modernizar estructuras” significa vaciarlas.

Por Vanina Pasik

“Somos trabajadores indispensables para la continuidad del programa”, destacó Florencia, contradiciendo al ministro Esteban Bullrich, quien buscó esquivar el conflicto mintiendo, diciendo que el programa continuaría. La Inclusión Digital Educativa no puede continuar sin el equipo que lo viene planificando y masticando.

Audio Florencia trabajadora despedida del programa Conectar Igualdad.

Ayer hicieron mucho ruido en frente del Palacio Pizzurno, en una de las zonas más coquetas de la Ciudad. La policía sumó golpes al ruido de los bombos y los reclamos, sobre el acceso de Marcelo T. de Alvear, cuando impidió la salida de los trabajadores que querían sumarse a la protesta. Armaron su cordón de seguridad a los empujones, palazos, empuñando sus escudos.

En los dos bares de enfrente las televisiones estaban clavadas en TN, con el desprendimiento del glaciar en vivo. Hubo vecinos que se asomaron desde los balcones, y les gritaron la palabra de moda: “ñoquis”.

“Los 60 trabajadores de Conectar Igualdad somos los primeros despedidos del Ministerio de Educación, pero sabemos que van a ser más. Somos la punta de lanza, porque vienen a vaciar este ministerio de políticas educativas que impactan en los sectores populares, que llegan a todos, que promueven la igualdad, que promueven derechos. Hay que estar todos juntos defendiendo esto”, decía la oradora del acto en la plaza frente al Ministerio de Educación, minutos después de enfrentar el cordón policial.

El motivo de la protesta era reclamar por la continuidad del Programa Conectar Igualdad, las políticas de Inclusión Digital Educativa y la continuidad laboral de las 60 hombres y mujeres que el pasado jueves fueron despedidos. Noelia es una de las trabajadoras recientemente despedidas, venía trabajando desde 2010, desde el principio de la iniciativa. “Somos un grupo de profesionales idóneos, comprometidos con esta política pública. Estamos desmintiendo al ministro: a nosotros nos despidieron el 3 de marzo, debiéndonos 3 meses de trabajo. Echaron a una compañera embarazada de 9 meses, echaron a nuestro delegado del sector –que es parte de la Junta Interna–. Arrasaron con cualquier tipo de derecho social, con cualquier derecho gremial”, resaltaba ayer.

“Lo que hay es una política de desguace, quieren volver a los 90, cuando cada provincia se tenía que arreglar como podía”, seguía explicando Noelia, ya que el equipo trabajaba articulando las políticas nacionales con los equipos locales, a contrapelo de la Ley Federal de Educación que desarticuló el sistema nacional, acorde a la doctrina neoliberal que se consagró con el menemismo.

Audio Noelia trabajadora despedida del programa Conectar Igualdad

A estos 60 trabajadores despedidos se le suma la incertidumbre de otros 1000 en todas las provincias, que tampoco cobran desde diciembre, que tampoco firmaron contrato. Esteban Bullrich además sembró la confusión al asegurar que el programa se sostendría con los equipos provinciales, sin apoyar sus palabras en el más mínimo gesto administrativo. En otras dependencias estatales los despidos se han escalonado, para disolver el conflicto. En un escenario de pérdidas masivas de puestos de empleo se potencia el individualismo, tratar de agachar la cabeza a ver si la ola pasa y sigo conservando el empleo.

La fábrica de ñoquis del Ministerio de Educación sigue aceitada: meses sin salario, sin funciones, sin interlocución con ninguna autoridad. Los trabajadores no se van solos: se llevan bajo el brazo el conocimiento adquirido en la experiencia de llevar adelante esta política revolucionaria: con el Conectar Igualdad llegó la tecnología a los hogares más humildes de la Patria, los jóvenes se apropiaron de la tecnología, produjeron materiales sobre sus diversas realidades, tuvieron una guía para acceder a la red de redes, distinguiendo las fuentes confiables de las engañosas. Se empezó a resquebrajar la brecha digital entre los chicos que juegan con la tablet desde los dos años, y los que no.

“Hablamos de 5 millones y medio de netbooks, de 7 mil aulas móviles, estamos hablando de una gran inversión que ha hecho el Estado argentino para llegar con esta política a todos los rincones del país, y están vaciándolo por completo”, resaltó Noelia, que fue una de las oradoras centrales del acto.

El Programa está acéfalo desde el 10 de diciembre de 2015, y los trabajadores no tuvieron ningún canal de comunicación con la nueva gestión, y permanecen en sus puestos sin tareas.

“Conectar Igualdad no era sólo entregar máquinas: era transformar la educación con la tecnología y reducir la brecha digital y educativa. Eran los contenidos de las computadoras, era la formación docente, eran las acciones con jóvenes en programación y robótica, eran las acciones con las familias, era el acompañamiento en las escuelas por parte de los equipos territoriales, era el seguimiento y evaluación de los cambios que llevaba adelante el programa. Conectar Igualdad fue la primera política educativa de esta magnitud reconocida mundialmente”, definen los trabajadores en una Carta Abierta dirigida al ministro Bullrich, con fecha del 4 de marzo.

En ese mismo texto, se informa que dos funcionarios del Ministerio de Educación: el Jefe de Gabinete Diego Marías, y el Subsecretario de Coordinación Administrativa, Félix Lacroze, transmitieron la decisión de no continuar el Programa Conectar Igualdad y despedir a su equipo Central. No hay comunicaciones formales, ni diálogo con los gremios.

Los trabajadores terminan su Carta con una cuestión de fondo: “¿Modernizar estructuras es vaciarlas? Las políticas públicas se sostienen con los-as trabajadores-as adentro”.