Zaffaroni estuvo en la plaza que está frente a la municipalidad de Lomas de Zamora, en una mateada en la que la gente se llevaba sus sillitas. Planteó que es necesario empezar a caminar hacia una reforma constitucional, de consulta popular, donde los juristas trabajen para pensar cómo hacer que el Poder Judicial trabaje para el desarrollo humano, para que las personas vivan mejor, para evitar muertes.
Por Vanina Pasik / Fotos: Marianela Nappi
Raúl Zaffaroni, quien fuera miembro de la Corte Suprema hasta que cumplió la edad jubilatoria, comenzó contextualizando la situación nacional en términos históricos y regionales, hasta llegar a la derogación de la constitución de 1949. “Porque el artículo 40 establecía la propiedad estatal del subsuelo”, y esta era una condición para ingresar al Fondo Monetaria Internacional. Definió que hoy el mundo no se divide en izquierdas y derechas, sino entre política y corporaciones, entre proyectos incluyentes y proyectos excluyentes.
Como parte de la exposición, leyó un diagnóstico con varios puntos sobre lo hecho por el nuevo gobierno en estos 100 días y cuestionó a “la estructura institucional que lo permitió”. Advirtió que la modalidad de las corporaciones para hacerse de los estados nación, como puede verse por estos días en Brasil, no es a través de las fuerzas armadas, con genocidios, sino a través de la influencia de los monopolios mediáticos. Y agregó que la estructura institucional argentina “no es que tenga grietas, le faltan paredes”. Aclaró que cuando uno piensa una constitución tiene que suponer lo peor. “Si cumplimos los 10 mandamientos todos, no hace falta tener una constitución”, argumentó el jurista. Y en este sentido valoró las reformas constitucionales de Evo Morales en Bolivia, de Rafael Correa en Ecuador, de Hugo Chávez en Venezuela.
“¿Qué vamos a hacer cuando volvamos?”, fue una de las preguntas que lanzó el miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, autor de la Criminología Mediática, que se ganó los aplausos y la atención del público que, entre mates y galletitas, hacían frente al viento y los escasos 20 grados. Comenzó con un ejemplo sobre la necesidad de una reforma tributaria: los impuestos al consumo igualan lo que pagan un indigente o un gerente sobre un paquete de fideos.
A su vez, cuestionó que todo el sistema jurídico tenga al tope de la prirámide a “cinco sabios sentados”, que deben votar sobre cosas que desconocen, porque “nadie puede ser especialista en todos los temas”. Destacó que, en nuestra historia, hubo 25 interrupciones de presidencias, con violencia, con costos en vidas humanas y se preguntó si no sería correcto pensar mecanismos institucionales para que, si es necesario, se interrumpa un mandato por vías no violentas. “Yo no sé las respuestas, pero estas son las cuestiones que debemos preguntarnos”, explicó.
Respecto de las vidas, señaló que “la frustración del derecho humano al desarrollo trae muertes. No se ven, no corre la sangre por la calle. Pero los muertos se mueren para toda la vida”, en referencia al derecho al acceso a la salud, a condiciones de vivienda dignas, entre otras. Añadió que lo que se necesita es la decisión política, un debate público, para que luego a los juristas se los llame para darle forma a esas cuestiones. “No son cuestiones súper estructurales para la facultad de derecho”, señaló. Y convocó a que entre todos “obturemos la forma en que nos agrede este tardo colonialismo”.
Para cerrar, en medio de una multitud que cantaba que “vamos a volver”, aseveró: “Vamos a volver, hemos salido de coyunturas peores, los pueblos no se quedan quietos”.
La hora de los pueblos
Zaffaroni estuvo acompañado por el diputado provincial Fernando “Chino” Navarro y la secretaria de Derechos Humanos del Partido Justicialista de Lomas, Alda Pedernera. “Las epopeyas no las construyen los dirigentes, las construyen los pueblos”, remarcó Navarro al iniciar el encuentro. “Perón no sabía que iba a ser Perón. Eso lo decidieron miles de hombres y mujeres como ustedes”, destacó, al recordar la carta que el general le escribía el 16 de octubre del 45 a Evita, diciendo “Negrita, nos vamos a casar”. La tremenda movilización popular torció el rumbo.
De la misma forma, Navarro destacó el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner, y la plaza se llenó de aplausos: “es referencia estratégica del movimiento popular, más allá de los referentes y más allá de su voluntad”, dijo. Y señaló que lo importante es construir unidad para enfrentarse al “presidente autoritario” Macri, y para sostener el liderazgo de la ex presidenta. Y concluyó: “lo que hace falta es la política, es una construcción colectiva. Si como pueblo nos decidimos, somos invencibles”.