(Por Juan Esteban Kirchner) Una delegación del Ministerio de Defensa viajó a Estados Unidos para entrevistarse con personal jerárquico del Pentágono y del Departamento de Defensa. Ocurrió durante los primeros días de mayo, posterior a la visita de Obama a nuestro país. El Gobierno Nacional ofreció a los Estados Unidos parte de nuestra soberanía para la instalación de dos bases militares: una en Misiones y otra en Tierra del Fuego. La otra parte de este “combo agrandado” es la económica: ingresar a la Alianza del Pacífico. A horas de celebrarse los doscientos años de la declaración de la independencia Argentina vale la pena preguntarse qué tan independiente somos con este tipo de medidas.
La instalación de bases militares norteamericanas en suelo Argentino es un deseo del Departamento de Estado aún no cumplido pero con miras a. Ni siquiera lo lograron durante los gobiernos de Menem y De La Rúa, menos aún durante los doce años de kirchnerismo. Esta decisión del gobierno de cambiemos no puede separarse del acercamiento a la Alianza del Pacífico. Si en territorio nacional ningún ajuste puede llevarse adelante sin la represión policial, a nivel continental ningún Tratado de Libre Comercio (TLC) puede celebrarse sin la custodia de marines norteamericano. Por caso México, Colombia, Perú y Chile (los cuatro países forman parte de la nombrada alianza) tienen en su territorio bases militares norteamericanas, o bien, planes que justifican la intromisión militar: Plan Colombia o Plan México (elija el que más le guste).
Los encuentros de “cooperación” entre las delegaciones del Ministerio de Defensa de Argentina y el Pentágono y el Departamento de Estado, se enmarcan en la búsqueda del territorio propicio para la instalación de las bases militares norteamericanas. No es casualidad que una sería en Puerto Iguazú, Misiones, cercana a la Triple Frontera. Desde el 2001 y con el aparato mediático a su favor, Estados Unidos instaló la idea de que allí se concentran células terroristas de Al Qaeda. Otro de los argumentos favorables a los intereses imperiales es que la Triple Frontera es una zona propicia al narcotráfico. Terrorismo y narcotráfico, los mismos argumentos de siempre para la intromisión (hasta en algunos casos la llaman cínicamente ayuda) extranjera en cualquier suelo sudamericano. Saliendo del plano mediático y entrando en lo Real, allí, aparte de la gran circulación de personas y bienes entre tres países que integran el Mercosur, corre, debajo del suelo, la cuarta reserva de agua dulce más importante del planeta: el acuífero Guaraní.
En el caso de Tierra del Fuego, más precisamente Ushuaia, el argumento “pacífico” es que la instalación de dicha base sería para la “ayuda” científica. Pasando nuevamente al plano Real, Tierra del Fuego es el límite continental al tiempo que funciona como unión entre el Océano Atlántico y el Pacífico y, fundamentalmente, es tierra firme muy cercana al continente antártico.
Si a ello le sumamos que en las islas Malvinas funciona una base militar británica y de la OTAN pues entonces se entienden las razones concretas: la zona es geopolíticamente estratégica para cualquier movimiento militar mundial al tiempo que una de las mayores reservas de recursos naturales océanicos.
Frente de Comunicadores por la Expresión de los Pueblos
Para aclarar varios puntos sobre el tema, en el día de ayer 7 de Julio, El Frente de Comunicadores por la Expresión convocó a una conferencia de prensa. El colectivo, fundado por Stella Calloni y el mexicano Fernando Buen Abad, dijo “basta” y decidió sacar a la luz toda la información al respecto. Para ello participaron como expositores Elsa Bruzzone, especialista en temas de Defensa Nacional, Estrategia y Geopolítica, e integrante del CEMIDA (Centro de Militantes Para La Democracia Argentina); Jorge Rachid, Escritor, catedrático y analista político y el Diputado Nacional del FPV por Misiones Daniel Distéfano
La apertura estuvo a cargo de Elsa, quien puntualizó enérgicamente que “En el caso de la instalación de la base militar en Misiones y con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y del terrorismo, el gobierno argentino ofrece, no es que recibe un pedido del Departamento de Estado, sino que ofrece a Estados Unidos ese espacio para la instalación de la base militar”
En cuanto a la base a instalar en Ushuaia “toda la zona contiene una gran riqueza en cuanto a minerales y pesca. Debemos tener en cuenta también que la Antártida es la mayor reserva de agua dulce congelada del planeta y con minerales altamente estratégicos y reservas hidrocarburíferas. Con ambas bases, sumando con las bases de Centroamérica, las de Colombia, la de Perú y la de Concón en Chile, se cierra el cerco, no solamente sobre todos los recursos naturales que tenemos sino también el control sobre nuestros pueblos: político y económico. Tenemos que estar absolutamente preparados para enfrentarlos y para pelear, porque una vez que las bases se instalan es muy difícil de sacarlas”.
Por su parte, Daniel Distefano, informó que el 16 de Junio presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de resolución solicitando al Poder Ejecutivo nacional detalles sobre la instalación de las dos bases militares en el territorio argentino y puntualizó que “Desde el momento en que se instala una base militar, esa parcela, esa porción de tierra, es una pérdida de soberanía de nuestro país. Nadie puede ingresar allí, ni la Policía Federal ni ninguna fuerza nacional. Es como si fuese una embajada. Las personas que allí trabajan tienen inmunidad diplomática”.
El diputado del FPV también resaltó la preocupación de todos los vecinos de Puerto Iguazú ante la posibilidad real de la instalación de la base militar. “Estas bases militaras estarán disfrazadas por la lucha contra el narcotráfico o terrorismo, y en el caso de Tierra del fuego el disfraz es la ciencia. Pero si tanto les preocupa la ciencia y los científicos es importante que este gobierno termine de nombrar a los 700 investigadores del CONICET que están esperando ser nombrados desde Diciembre del año pasado. Debemos luchar por defender nuestra soberanía nacional, la cual hemos recuperado luego de tantos años de lucha.”
La rueda de prensa finalizó con Jorge Rachid, quien aseguró que “Este gobierno está poniendo en riesgo a la Argentina. Esta sumisión a los poderes internacionales nos pone en riesgo. Esto se inscribe en un plan continental que empezó a perpetrarse al día siguiente del No al ALCA para poder volver a garantizar la presencia hegemónica de Estados Unidos en nuestra patria grande. Y todo esto a días de cumplirse doscientos años de nuestra independencia.
“Hay una tercera base que, en estos momentos, se está discutiendo en Estados Unidos, que sería en la provincia de Jujuy (donde se encuentra una de las mayores reservas de litio del mundo). Es por eso que Milagro Sala es la primer presa política de este gobierno. La tupac, frente de resistencia, está siendo totalmente desarmada por Gerardo Morales y es funcional a este proyecto. El día de mañana, cuando terminemos de dar la lucha contra los tarifazos, por los salarios y contra los despidos, tenemos que dar a lucha por la soberanía nacional”
¿SOBERANÍA E INDEPENDENCIA?
Las preguntas caen de maduro: ¿Esto es estar insertos al mundo? ¿El mundo es Estados Unidos y su máquina belicista? Quizás para algunos sí. Para los otros, para la patria, no.
Esta decisión del gobierno argentino es un claro alejamiento de la Celac y la Unasur. Mientras Ernesto Samper, actual Secretario General de Unasur, a fines de Marzo se pronunciara a favor de retirar las bases militares norteamericana de nuestra Patria Grande, el actual gobierno Argentino no solo dio marcha adelante con la instalación de ambas bases nombradas, sino que ha regalado nuestra soberanía como país y continente, ya que de realizarse dicho plan, el control norteamericano sobre América del Sur y el Caribe sería total. Políticamente los pueblos ya perdimos. Las bases militares norteamericanas y, por otro lado, el ingreso libre de mercaderías que destruyen la industria local nos puede llevar a perder el partido por goleada. No hay más alternativas, entonces, que salir a la cancha para pelear por nuestra soberanía e independencia… y no solamente los 9 de Julio, sino todos los días.