En los primeros días de la navegación, era extremadamente difícil para los barcos determinar su posición en el mar una vez que perdían de vista la tierra. Sus métodos de navegación no tenían en cuenta factores ambientales como el viento o la corriente y, a menudo, todas estas imprecisiones provocaban que los barcos se desviaran de su rumbo. En ese momento, era relativamente simple determinar la latitud, pero no se podía decir lo mismo de la longitud.
El problema de la longitud fue una epidemia mundial. Tanto es así que en 1714, el gobierno británico anunció que otorgaría un gran premio a quien pudiera resolverlo. Entra John Harrison y el cronómetro marino. El carpintero y relojero autodidacta ingresó a la competencia con un reloj hecho a mano que podía marcar la hora exacta en el mar. No fue lo suficientemente bueno para ganar el premio, pero la Junta de Longitud se dio cuenta y, en el transcurso de los siguientes 40 años, perfeccionó la tecnología en múltiples iteraciones y finalmente reclamó su premio.
A lo largo de los siglos siguientes, la tecnología contenida en el cronómetro marino de Harrison se mejoró y miniaturizó, hasta el punto en que empresas suizas como Ulysse Nardin estaban suministrando a las armadas extranjeras (como la Marina de los EE. UU. a finales del siglo XIX y principios del XX) cronómetros de bolsillo para uso en navegación.
A mediados de la década de 1900, los sistemas de navegación por radio comenzaron a reemplazar a los cronómetros marinos, pero el énfasis en el cronometraje ultrapreciso continuó evolucionando a través de Observatory Trails. Los cronómetros marinos se enviaron a observatorios europeos y se sometieron a estrictas pruebas de precisión en el transcurso de varias semanas. Estos ensayos fracasaron al comienzo de la crisis del cuarzo en la década de 1970. Sin embargo, el desarrollo de los cronómetros marinos estaba lejos de terminar. Casi al mismo tiempo, se formó el Instituto Oficial Suizo de Pruebas de Cronómetros (COSC). Hoy en día, la certificación COSC sigue siendo muy codiciada entre los relojeros.
Hoy en día, a pesar del apodo de cronómetro en el nombre, un cronómetro marino no necesariamente tiene que estar certificado como cronómetro, ya que el nombre tiende a ser más indicativo de una estética que de cualquier otra cosa. Muchos de estos relojes tienden a presentar esferas blancas con impresión en negro (a menudo con índices de números romanos), que replican el aspecto de los cronómetros marinos con esfera de porcelana del siglo XVIII al XX. A menudo cuentan con esferas de subsegundos para un cronometraje preciso, manecillas de acero azul y una corona en forma de cebolla, aunque, por supuesto, hay excepciones. Los precios van desde lo relativamente asequible hasta lo verdaderamente escandaloso, pero si te enamoras de la estética, hay un reloj para ti.
Guía de compra
Steinhart Marine Cronómetro 44 Romano
Aunque Steinhart puede ser una marca relativamente nueva, se preocupa por celebrar el pasado de la relojería con sus diseños. De hecho, Steinhart se ha hecho famoso por sus relojes de homenaje (que ciertamente son polarizantes), uno de los cuales es un cronómetro marino. La marca desarrolló específicamente su colección Marine en honor a John Harrison y su trabajo en el primer cronómetro marino. Steinhart sigue muy de cerca los principios rectores de legibilidad y precisión con cada detalle, especialmente en términos de valor, su interpretación de un cronómetro marino moderno es difícil de superar.
Movimiento: ETA Unitas 6498-1
Tamaño: 44 mm
Resistencia al agua: 5ATM
Precio: $505
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Reserva Martenero Edgemere
Martenero puede no tener las tradiciones centenarias de una marca como Ulysse Nardin, pero está creando relojes inspirados en cronómetros marinos igualmente dignos. La marca lanzó por primera vez la colección Edgemere impulsada por la navegación náutica en 2016. Dos años después, Edgemere recibió una actualización que impulsó aún más su influencia de cronómetro marino. El Edgemere Reserve es una versión mejorada del modelo original con la adición de una complicación de reserva de marcha y una subesfera de 24 horas. Al igual que el diseño general de los modelos, la complicación de la reserva de marcha proviene de los primeros cronómetros marinos.
Movimiento: Miyota 9132
Tamaño: 40 mm
Resistencia al agua: 30 metros
Precio: $650
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Stowa Marine Classic Chrono
Stowa también tiene una larga tradición en la fabricación de cronómetros marinos. Los primeros ejemplos de la marca se remontan a los relojes de cubierta producidos a fines de la década de 1930 para la marina alemana. La moderna colección Marine de Stowa se inspira en estas primeras evoluciones portátiles del cronómetro marino. Modelos como el Marine Classic Chrono se caracterizan por su precisión y legibilidad, con esferas distintivamente limpias y grandes marcadores de hora. Ofrecen un aspecto de cronógrafo clásico con una dosis de inspiración náutica.
Movimiento: Valjoux 7753
Tamaño: 41 mm
Resistencia al agua: 5ATM
Precio: $1,838
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Portugieser de IWC
Podría decirse que el IWC Portugieser es uno de los modelos inspirados en cronómetros marinos más queridos del mercado. El reloj hizo su debut por primera vez en la década de 1990, pero su diseño se inspiró en uno de los modelos anteriores de la marca, el Portugieser Rattrapante Chronograph. Durante décadas, el Portugieser se ha mantenido prácticamente sin cambios. Cada elemento de este modelo funciona en perfecta armonía, creando el cronógrafo por excelencia. La simplicidad de su carátula altamente legible y dos registros alineados verticalmente crean una estética de cronómetro marino hermosa pero sutil.
Movimiento: Calibre 79350
Tamaño: 40,9 mm
Resistencia al agua: 3 Bar
Precio: $7,600
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Torpilleur marino de Ulysse Nardin
Ulysse Nardin tiene una rica historia de cronómetros marinos. El fundador de la marca se especializó en ellos y, a finales del siglo XIX y principios del XX, Ulysse Nardin suministró a decenas de fuerzas navales de todo el mundo. Sin embargo, la herencia marina de la marca estuvo inactiva durante muchos años hasta su 150 aniversario en 1996, cuando debutó con un reloj de pulsera Marine Chronometer de edición limitada. El modelo tuvo tanto éxito que se convirtió en su propia colección. Una de las últimas incorporaciones, Marine Torpilleur, presenta un diseño dinámico que rinde homenaje al pasado y al presente de las marcas.
Movimiento: Calibre UN-118
Tamaño: 44 mm
Resistencia al agua: 50 metros
Precio: $8,900
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Reserva de marcha Wempe Chronometerwerke
Al igual que Ulysse Nardin y Breguet, las raíces de Wempe en la navegación marítima son profundas. Una de las subsidiarias de la marca, Hamburger Chronometerwerke, fabricó cronómetros marinos a principios del siglo XX. La producción cayó durante la Segunda Guerra Mundial, pero se recuperó en el nuevo milenio, y los relojes antiguos sirven de inspiración para el Chronometerwerke Power Reserve. Tanto la estética del diseño de los modelos como su funcionalidad ilustran un tema náutico, y elementos como la complicación de la reserva de marcha, que, como mencionamos anteriormente, también se deriva del cronómetro marino, enfatizan aún más la atención de Wempe por los detalles al hacer de este un auténtico cronómetro marino para la muñeca.
Movimiento: Calibre CW3
Tamaño: 43 mm
Resistencia al agua:
Precio: $19,950
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Instrumento marino Bell & Ross
Bell & Ross presentó la colección Instrument de Marine en 2016. La línea consta de un trío de modelos, cada uno inspirado en cronómetros marinos de los siglos XVIII y XIX, que fueron montados y alojados en cajas de madera. Aquí, la marca se esfuerza por lograr un buen equilibrio entre elementos de diseño contemporáneo y retro. Notará la icónica caja cuadrada de Bell & Ross, esta vez construida con materiales únicos que dan un guiño a la herencia de los cronómetros marinos. La combinación de palisandro de la India, bronce y titanio se remonta a los barcos de navegación y los relojes de barcos del pasado.
Movimiento: Calibre BR-CAL.313
Tamaño: 45 mm
Resistencia al agua: 100 metros
Precio: $25,800
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Marina Breguet
Al igual que Ulysse Nardin, Breguet tiene un pasado histórico con los cronómetros marinos. El fundador de la marca puso especial énfasis en el desarrollo de sus cronómetros, y valió la pena. Para 1815, la firma se había convertido en el relojero oficial de la Royal Navy francesa, suministrándoles cronómetros marinos. La colección Marine, que ha sido el reloj deportivo insignia de Breguet desde su debut en 1990, conmemora la larga historia de la marca con relojes de precisión optimizados para alta mar. Sin embargo, en 2018, la línea recibió una revisión completa, con proporciones más grandes y un diseño aún más deportivo.
Movimiento: Calibre 777A
Tamaño: 40 mm
Resistencia al agua: 100 metros
Precio: $28,700
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Cronómetro Glashtte Original Senator
Glashtte Original se basa en la historia de los cronómetros marinos en la icónica ciudad relojera que da nombre a la marca. (Glashtte era conocido por su producción de cronómetros marinos en el período posterior, a mediados del siglo XX). Un siglo después, Glashtte Original presentó el primer Senator Chronometer en 2009. El modelo sirvió como el arquetipo moderno del cronómetro marino tradicional con un ligero proporciones más grandes, y aunque la última encarnación es un poco más contemporánea, sigue siendo un reloj clásico de principio a fin.
Movimiento: Calibre 58-01
Tamaño: 42 mm
Resistencia al agua: 5 bares
Precio: $32,200
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A. Lange & Shne Tourbograph Perpetual Pour le Mrite
A. Lange & Shne lanzó el primer reloj Pour le Mrite en 1994 tras el esperado renacimiento de la marca tras la caída del Muro de Berlín. Pasó poco más de una década antes de que Lange introdujera un segundo modelo en la colección, pero desde entonces, continuó agregando nuevas incorporaciones impresionantes. El Tourbograph Perpetual debutó hace solo unos años en la exhibición anual SIHH en 2017. Este modelo es la variación más compleja de la línea, con una impresionante variedad de complicaciones, que incluyen un cronógrafo, fase lunar, tourbillon y calendario perpetuo.
Movimiento: Calibre L133.1
Tamaño: 43 mm
Resistencia al agua: 30 metros
Precio: $538,388
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