A lo largo de los años 60, 70 y 80, los formatos de cinta magnética como el de 8 pistas y el casete fueron la tecnología elegida por los audiófilos. Reproducían pistas de alta resolución, tenían un rango dinámico impresionante y manejaban relativamente poco procesamiento de señal.
El disco compacto eliminó efectivamente estos formatos en los años 90, y los principales fabricantes Teac, Akai, Sony, Revox y Panasonic finalizaron la producción de máquinas de cinta de consumo poco después. Pero hay rumores de un renacimiento, específicamente para las grandes y hermosas máquinas de carrete abierto que parecen haber venido directamente del estudio donde se grabó Blood on the Tracks .
El renovado interés de los puristas tiene menos que ver con la estética que con la calidad del sonido; Hay una razón por la cual el carrete a carrete fue el formato elegido para la grabación de música profesional durante décadas, y es por eso que algunos artistas modernos con mentalidad de autenticidad como Jack White, Lady Gaga y The Black Keys todavía prefieren la tecnología. Pero si está buscando su propio reproductor de carrete a carrete, no cometa el error de comprar algo realmente diseñado para el estudio, ya que están diseñados principalmente para grabar, no para llenar su sala de estar con cortes profundos.
El dueño de una casa quiere reproducir pistas en estéreo, dice Fernando Zorrilla, fundador de SkyFi Audio, una empresa de Nueva Jersey que restaura viejas máquinas de cinta. Hay máquinas para la reproducción de estéreo que parecen idénticas a las hechas para los estudios. No te compres una máquina de estudio, no reproducirá bien.
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Las cintas de carrete a carrete vienen en varios anchos. Los estudios de grabación usan cintas de media pulgada o 1 pulgada para la producción, pero los músicos no publican su trabajo en ese tamaño. Los aficionados a la alta fidelidad deben ceñirse a las cintas de un cuarto de pulgada y las máquinas que pueden reproducirlas. Hay nuevos ejemplares en el mercado, concretamente de la empresa alemana Ballfinger, que vende cuatro preciosos modelos hechos a mano directamente desde su fábrica de Düsseldorf. El único problema: los modelos de nivel de entrada comienzan alrededor de $ 12,000 y suben, precipitadamente, desde allí.
No cometa el error de comprar algo realmente diseñado para el estudio, ya que están diseñados principalmente para grabar, no para llenar su sala de estar con cortes profundos.
Los vendedores externos como eBay, Reverb y Audiogon ofrecen muchos modelos antiguos, pero el comprador debe tener cuidado: los productos de audio antiguos, incluso los de marcas reconocidas como Teac, Akai y Revox, requieren un servicio meticuloso para mantenerse en buen estado de funcionamiento, por lo que los hallazgos son baratos. que no se han mantenido adecuadamente pueden costarle a largo plazo. Una mejor apuesta es la floreciente escena de renovación, con compañías como SkyFi que restauran equipos viejos a condiciones como nuevas.
En cuanto a la música en sí, es una cacería en sí misma. Las cintas pregrabadas de carrete a carrete son raras, pero existen, dice Zorrilla. Los sitios de reventa como eBay pueden mostrar algunas gemas. Los Beatles, Zeppelin y Pink Floyd están disponibles, pero esperan pagar el mejor precio. Esas grabaciones pueden costar entre cien y seiscientos dólares cada una, dice Zorrilla. (Una moneda decente, sin duda, pero si te resistes a la idea de pagar varios cientos de dólares por música maravillosamente rica en un formato analógico raro y auténtico, es posible que estés en el pasatiempo equivocado).
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La verdadera alegría de carrete a carrete podría ser los hallazgos genuinamente extraños específicos del formato. Las grabaciones caseras abundan y pueden ser singularmente fascinantes. Imagine la alegría de encontrar una grabación de dos horas de una estación de radio de un pueblo pequeño en 1975 y para Zorrilla, estas cintas son el principal atractivo. Hay toneladas de material grabado en casa, dice, y es fascinante. (Si quiere quedarse con los grandes, consulte The Tape Project, una compañía de audio de California que lanza álbumes clásicos, duplicados de la copia maestra, en cintas de carrete a carrete).
Ese espíritu DIY sigue vivo en la máquina de cinta casera, según Chris Mara de Mara Machines, una empresa de Nashville que restaura exclusivamente consolas del difunto fabricante MCI. Puedes comprar una cinta en blanco, grabar tu propio material y reutilizarlo a diferencia de un disco de vinilo, dice Mara. También superior a los discos impresos: la conexión con la forma en que se hace la música, no solo para disfrutarla.
Los audiófilos quieren estar más cerca de la fuente, dice Mara. Eso significa más cerca de lo que el artista está haciendo en el estudio. Las máquinas de cinta son definitivamente eso.
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