Se cumplieron 42 años desde que los civiles, representantes de las clases dominantes y el sector oligárquico de las Fuerzas Armadas tomaron por asalto el Estado argentino y derrocaron al gobierno democráticamente electo del tercer peronismo. Lo hicieron no sólo para imponer la más cruel de las dictaduras con un saldo de 30 mil compatriotas desaparecidos, sino también para imponer un modelo económico que tuvo como finalidad destruir la estructura industrial heredara del primer peronismo y poner nuevamente a la Argentina de rodillas ante los poderes financieros internacionales. Como lo señalara Rodolfo Walsh, en su “Carta Abierta a La Junta Militar”, es “en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”. Como si la historia nos hubiese dado una tregua de 12 años, hoy nuevamente están en el Estado los tataranietos de la “pandilla del barranco”, ya sin un Martínez de Hoz pero con su esencia como política económica y los mismos medios para llevarla adelante. Sin embargo el pueblo tiene memoria y salió, como todos los años, a decir “Nunca Más”.
Cobertura Fotográfica: Gabriela Manzo, Fiorella Tomasello, Paula Manzo, María Guerrieri
“A 42 años del Golpe genocida, iniciado aquel 24 de marzo estamos en esta Plaza del pueblo y en todas las del país para repudiar el terrorismo de Estado. Venimos nuevamente a repudiar los crímenes de lesa humanidad: las miles de desapariciones forzadas, los asesinatos, las presas y presos políticos; las torturas; el robo de bebés; el funcionamiento de cientos de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio; la censura; la mentira organizada; la pobreza programada; una Guerra por Malvinas con delitos de lesa humanidad; la deuda externa que causó hambre por décadas; el exilio al que fueron obligadas miles de personas; el terrorismo de Estado. Hace un año, frente a esta misma Plaza alertamos acerca del negacionismo impulsado por funcionarios del Gobierno, que ha tenido diversos intentos para abrir la puerta a la impunidad. Venimos entonces aquí, también para recordarles a los negacionistas, una vez más, que los desaparecidos son 30.000 y nos faltan a todos.
Hoy nos convocan a esta plaza los despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres, la persecución de los pueblos originarios; la persecución a militantes; las presas y presos políticos; la impunidad para los genocidas, la violencia institucional, la represión a la protesta social, la censura a la prensa; y la defensa de todos los derechos de las mujeres, lesbianas, travestis y trans.
Los argentinos y argentinas vivimos un plan económico que aumenta la riqueza de pocos y la pobreza de muchos. Este Gobierno impulsa una reforma laboral en contra de los derechos del pueblo, cuyo modelo ya vivimos en la década del 90 basado en los preceptos de Martínez de Hoz. Su resultado es flexibilización laboral, explotación, desocupación y más desigualdad. Mauricio Macri queremos decirte: ¡basta de ajuste, represión e impunidad! Frente a este atropello son contundentes los mensajes de las trabajadoras y trabajadores en cada acto, como lo siguen siendo los reclamos de las y los docentes por una paritaria nacional digna y justa. No podemos vivir en un país con hambre, represión y genocidas sueltos. No vamos a permitirlo.
Pasaron 42 años de aquella madrugada entre el 23 y el 24 de marzo en la que los genocidas empezaron a decidir sobre la vida y la muerte del pueblo. Comunicados numerados para informar el horror; la cúpula de la Iglesia sentada en la misma mesa que Videla y los grupos económicos como Clarín, La Nación, La Nueva Provincia o la Editorial Atlántida; la Sociedad Rural Argentina, Ledesma, Ford, Fiat, Mercedes Benz, La Veloz del Norte, Acindar, Dálmine-Siderca y Loma Negra; la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica; la corporación judicial cómplice rechazando miles de hábeas corpus; y el “no te metás” como campaña del miedo, fueron las formas cotidianas de ese terrorismo de Estado. Un Mundial de Fútbol a medida del silencio, una Guerra por las Malvinas como intento de continuar un proyecto de muerte.
Hoy mientras intentan imponer el miedo, mientras aumenta la represión, seguimos defendiendo a la política como herramienta de transformación de la realidad. Por eso, en esta plaza recordamos las militancias de los 30.000 en las organizaciones del Peronismo Revolucionario: UES, Montoneros, FAP, Sacerdotes por el Tercer Mundo y FAL; la tradición guevarista del PRT, Ejército Revolucionario del Pueblo; y las tradiciones socialistas y comunistas: Partido Comunista, Vanguardia Comunista, PCR y PST; las luchas en las Ligas Agrarias y en los ingenios azucareros, el Rosariazo, el Cordobazo, y las comisiones internas en las fábricas, el movimiento sindical, estudiantil y popular, y tantos espacios en los que miles de compañeras y compañeros lucharon por ideales de libertad, igualdad, solidaridad y justicia social.
Acá estamos, luchando, con este pueblo que siempre sale a las calles cuando tocan sus derechos. Por eso, porque hoy tenemos un Gobierno cuyo único plan es avasallarlos, en esta Plaza, frente a la Casa Rosada, gritamos:
¡Marchamos contra el ajuste, la represión y la impunidad. Por una democracia sin presas y presos políticos ni genocidas sueltos!
Las políticas de Memoria, Verdad y Justicia no sólo deben continuar, sino también profundizarse, pero desde el 10 de diciembre de 2015 a esta parte, fueron blanco de una agresión deliberada del poder ejecutivo. Desde la Secretaría de Derechos Humanos a cargo de Claudio Avruj, se vaciaron áreas vinculadas a políticas de Memoria, Verdad y Justicia, y se despidió a parte de las trabajadoras y trabajadores que las sostenían. También fueron desmanteladas las Direcciones de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad y el Banco Central dedicadas a buscar documentación de la dictadura, y corre el mismo riesgo el equipo de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa. Pero los retrocesos no se dan solamente en el ámbito del Poder Ejecutivo, sino también en el Legislativo y el Judicial.
Hace unos meses, el Gobierno y la Corte Suprema intentaron instalar la impunidad a los genocidas con el 2×1. No pudieron. Se vino el pañuelazo: un millón de personas en todas las plazas del país lo frenamos y dijimos bien fuerte: ¡Nunca más un genocida suelto!
Hoy, queremos aprovechar esta plaza para reivindicar la lucha de todos aquellos que se movilizaron y se movilizan contra el silencio y por la vida. ¡Gracias! ¡Luchar vale la pena, claro que sí!
Alertamos sobre el uso de las prisiones domiciliarias como una forma solapada de impunidad. El Gobierno intenta otorgar este beneficio a los genocidas de forma indiscriminada, sin hacer una evaluación caso por caso. En la actualidad, 580 represores gozan de este privilegio, y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, dependiente de Germán Garavano, mediante el Servicio Penitenciario Federal, busca ampliar ese número. De esta forma, quieren beneficiar a genocidas como Astiz, el Turco Julián y el Tigre Acosta. Fue la lucha del pueblo la que posibilitó que se revocara el privilegio que permitió que el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz pasara el verano en una casa con pileta en Mar del Plata, en tanto seguimos exigiendo saber qué pasó con Jorge Julio López y exigiendo el Juicio y Castigo a todos los culpables.
Mientras hay presos comunes hacinados en las cárceles, hay 100 genocidas que viven en una cárcel vip en Campo de Mayo. El mismo lugar donde en dictadura funcionó un centro clandestino de detención y una maternidad clandestina. Esos sitios contienen pruebas de los delitos cometidos por los dictadores y sus cómplices, y deben ser preservados como prueba de estos crímenes. Es por eso que resulta una ofensa que el presidente Mauricio Macri pretenda convertirlo en un Parque Nacional.
Con la complicidad del Poder Judicial, desde que asumió este Gobierno fueron sobreseídos de las causas Herrera de Noble, Mitre, Magnetto, Blaquier, Massot. La Justicia los sobreseyó y el Gobierno no apeló esas decisiones, en sintonía con el paradigma ideológico que quieren imponernos.
También queremos destacar que cuando hay voluntad política, los derechos humanos pueden ser políticas de Estado. Así quedó demostrado durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, donde muchas de nuestras banderas se hicieron realidad. Hace 14 años, un 24 de marzo, Néstor Kirchner bajó los cuadros de Jorge Videla y Reynaldo Bignone del Colegio Militar. Esos genocidas murieron juzgados y condenados a prisión perpetua y en una cárcel común gracias a la lucha del pueblo. Por eso, le reiteramos al Gobierno que no permitiremos ni un retroceso en Memoria, Verdad y Justicia.
¡Ni un genocida más suelto!
Se persigue a quien piensa, opina o actúa distinto. En estos dos, años hemos visto y vivido en carne propia cómo han avanzado con el cercenamiento de la libertad de expresión. La modificación de la Ley de Medios, el despido de periodistas en medios públicos y privados, el cierre de medios de comunicación, a la par del aumento de la concentración en unos pocos, los mismos de siempre, son ejemplos de lo que sucede en nuestro país. Los medios que fueron órganos de propaganda del terrorismo de Estado, cuyos dueños fueron partícipes, siguen siendo hoy los voceros del negacionismo, la mentira y las operaciones de prensa. Son los mismos que con delitos de lesa humanidad se robaron la empresa Papel Prensa.
No debemos naturalizar estos hechos, como tampoco el intento de acallar las voces de todos aquellos periodistas que denuncian, investigan y son un grito ante tanto silencio hegemónico mediático. ¡Nunca más el silencio! Sigamos luchando por un país con libertad de expresión.
No podemos tolerar que se persiga y encarcele a opositores al Gobierno. Las y los militantes del campo popular que nos oponemos a este Gobierno somos víctimas de los ataques de los medios hegemónicos, de las denuncias infundadas, de la represión policial y amenazas, y de la persecución judicial.
Nos solidarizamos con todos aquellos que son perseguidos, simplemente por denunciar y oponerse a las políticas de la alianza Cambiemos. Y, en especial, queremos abrazar a las compañeras y compañeros de los sindicatos, que están siendo atacados: ¡Unidad, de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode! ¡Unidad de las trabajadoras, y al que no le guste, que se joda, que se joda!
En esta Plaza del pueblo venimos a pedir la libertad de nuestras presas y presos políticos, porque no los olvidamos y queremos verlos pronto nuevamente luchando en las calles. Esta mañana, los compañeros Carlos Zannini y Luis D´Elía fueron liberados. Es un acto de justicia que nos alienta a seguir reclamando por todas y todos los compañeros. No aceptaremos la persecución desde el Gobierno Nacional a quienes fueron funcionarios como tampoco a los dirigentes sociales. También queremos exigir la libertad de quienes luchan por sus tierras ancestrales. Queremos afirmar que los compañeros que fueron detenidos durante la razzia posterior a la marcha contra la reforma previsional en diciembre pasado, son presos políticos de este Gobierno, porque los motivos para estar privados de su libertad no son jurídicos: son políticos. Están encerrados por su militancia y oposición al Gobierno antipueblo. Y estamos aquí para exigir la libertad y el desprocesamiento de los luchadores populares. ¡A los genocidas, la cárcel ya! ¡A los compañeros y compañeras, la libertad!
El 1º de agosto del año pasado, Gendarmería realizó un operativo violento e ilegal en el territorio de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia que se manifestaba en defensa de tierras ancestrales. Ese día tuvo lugar la desaparición de Santiago Maldonado que fue encontrado muerto casi 80 días después en el Rio Chubut. Pero no fue el río: fue el Estado, y el Gobierno es responsable. Por eso seguimos exigiendo que se investiguen todas las participaciones en el hecho, desde los gendarmes hasta el Presidente y que de una vez por todas sea apartada la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y Pablo Noceti, su jefe de Gabinete, quienes han demostrado que la única seguridad que pueden dar es la de atentar contra la vida desde el Estado. También repudiamos categóricamente el accionar de los medios dominantes, que instalaron operaciones de prensa para atacar a la familia Maldonado e intentar demonizar la lucha de las comunidades.
El 25 de noviembre pasado, la Prefectura asesinó a Rafael Nahuel con un tiro por la espalda. Él también defendía las tierras. A él también lo mató el Estado y luego intentaron culparlo. El mismo método represivo se repite ante las mismas luchas, para defender los intereses de los grupos económicos transnacionales, como el de Joe Lewis, amigo del Presidente Macri.
Acá, frente a la Casa Rosada, decimos: ¡¿qué hicieron con Santiago Maldonado?! ¡Justicia por Santiago y Rafael! ¡Juicio y Castigo a todos los culpables!
La violencia institucional hoy es una política de Estado, desplegada por el país, refrendada por un Presidente que felicita a un policía que ejerce la pena de muerte, como lo hizo con Luis Chocobar. Es inadmisible ese mensaje en democracia, como también lo es el accionar de Nicolás González Montes de Oca y Mauro Díaz Cáceres, integrantes de la Policía de Tucumán que asesinó a Facundo Ferreira. Decimos una vez más: ¡Basta de matar! ¡Ni un pibe ni una piba menos!
Buscan que el miedo discipline a la sociedad para que no salgamos a las calles a defender nuestros derechos. Para eso usan la represión: así fue con la Escuela itinerante de la lucha docente, con la protesta contra la reforma previsional antipueblo, así lo hacen de manera permanente con las comunidades originarias y con las mujeres organizadas. No lo vamos a permitir. Ya conocemos cómo es una sociedad con miedo, pero también sabemos que, aunque intenten instalarlo, este pueblo dijo NUNCA MÁS.
A 42 años del Golpe cívico-militar, denunciamos el mismo plan económico y sostenemos la misma lucha. Por eso, HOY MARCHAMOS CONTRA EL AJUSTE, LA REPRESIÓN Y LA IMPUNIDAD. POR UNA DEMOCRACIA SIN PRESAS Y PRESOS POLÍTICOS NI GENOCIDAS SUELTOS!
Ante un Gobierno que vulnera los derechos del pueblo, seguimos respondiendo con lucha, compromiso y solidaridad. Vamos a seguir en las calles, las plazas, las luchas. Vamos a seguir gritando ¡PRESENTES! por los 30.000, porque detrás del negacionismo está el intento de olvido, y detrás del intento de olvido está la intención de desmovilizarnos. No nos han vencido: ¡estamos acá, en unidad, con el pueblo, con las banderas de los 30.000 en alto!
¡LIBERTAD A LAS PRESAS Y PRESOS POLÍTICOS!
¡RESTITUCIÓN DE LA IDENTIDAD DE LOS NIETOS Y NIETAS!
¡JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS GENOCIDAS Y PARTÍCIPES CIVILES!
¡BASTA DE AJUSTE Y REPRESIÓN AL PUEBLO!
¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!
¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!
¡30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS: PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE!
Abuelas de Plaza de Mayo
Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora
Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas
H.I.J.O.S. Capital
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
APDH La Matanza
Asociación Buena Memoria
Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte
Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz
Fundación Memoria Histórica
Liga Argentina por los Derechos del Hombre
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos