(Por Mailén Badoza) Abril del 2012: senadores y diputados comenzaban a discutir sobre uno de los pilares fundamentales para la independencia económica de nuestro país. Fue el 3 de mayo (con 207 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones en diputados), el día que se anunció la expropiación de las acciones de YPF, las mismas que habían sido vendidas a Repsol (España) durante el gobierno menemista. Así, mediante la Ley 26741, el 51% del patrimonio de YPF pasó a ser de “Utilidad Pública” y se declaró de “Interés Público Nacional el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos”. A cinco años de aquella gesta histórica, en Ensenada, se realizó el acto central en conmemoración de aquel logro soberano. Ramón Garaza, Secretario General del Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburíferos de Ensenada (SUPeH), el Intendente Mario Secco y el actual Diputado Nacional y ex Ministro de Economía Axel Kicillof, dejaron en claro los dos modelos de país en pugna.
Fotos: Fotos Sur y archivo
Allá por los 90 y aquí en el SXXI
La primer medida significativa del proceso liberal menemista fue en 1994, cuando la propiedad de los yacimientos petrolíferos pasaron a la administración de las provincias hidrocarburas, provocando así un desmembramiento del poder negociador que favorece al Estado. Luego, en 1998 Repsol le compró al Estado Argentino el 73% de las acciones de su yacimiento. Desde 1998 hasta el 2011, y a pesar de ser el tercer país en el mundo en tener gas y petróleo, se observa una caída del 50% de las reservas. Sin embargo, Repsol-YPF, duplicó la venta a través del aumento de sus precios. La empresa tuvo una ganancia de más de 9 mil millones de dólares que fueron a dividendos y no a la inversión.
La ley impulsada en el 2012 por el Poder Ejecutivo Nacional, para la expropiación del 51% de las acciones de YPF por parte del Estado, fue un hecho inédito: “somos el único país que no maneja la petrolera” aseguraba Cristina Fernández de Kirchner el 3 de mayo de 2012. También recalcó la importante diferencia entre estatizar la empresa y expropiar la mitad más uno de las acciones, donde se recuperó la soberanía del pueblo sin perjudicar a aquellos que habían comprado pequeñas acciones.
Hace 5 años se estableció también la obligatoriedad de, en caso de venderse nuevamente YPF, la aprobación de las 2/3 partes del Senado. “Se buscó asegurar los intereses de la Nación, que los intereses de la provincia no se disociaran y por lo tanto, de aprobarse la ley, siempre la República Argentina y sus provincias van a tener que actuar y votar en la misma forma en la administración de su empresa energética testigo y madre. Porque el interés es el mismo. Por eso quiero que si algún día, después de mí, quieren de vuelta vender patrimonio del Estado van a tener que amacarse un poco para juntar las dos terceras partes”, explicó Cristina.
Los votos en el recinto
Los 207 votos que permitieron la recuperación de YPF provinieron del kirchnerismo y sus aliados: la UCR, excepto Oscar Aguad actual ministro de comunicación; Castañón, Faustinelli y Pablo Moas que no estuvieron presentes y Lucio Azpiazu que votó en contra; el Frente Amplio Progresista exceptuando a Margarita Stolbizer que también estuvo ausente y dos diputados de la Coalición Cívica, Horacio Piemonte y Carlos Comi. Los votos negativos fueron del Pro (11) y de la mayoría del peronismo federal sin contar a Alfredo Atanasof, Ramona Pucheta, María Cremer de Busti y el Secretario General de los petroleros, Alberto Roberti.
En cuanto a los votos positivos, el más ovacionado fue el Diputado Agustín Rossi, quien argumentó la expropiación de YPF apoyando la decisión de la Presidenta de la nacionalización de la principal empresa petrolera de la Argentina: “Algunos cuestionaron por qué ahora y no antes. Lázaro Cárdenas nacionalizó todas petroleras de México en su cuarto año de mandato. Yrigoyen crea YPF en el final de su gobierno. ¿Se lo puede criticar por eso?”.
El Chivo Rossi repasó las medidas más importantes del kirchnerismo hasta el 2011 y afirmó que “hay que cambiar un paradigma: el petróleo ya no es commodity sino consumo básico para el crecimiento del país. Todas las petroleras tendrán que cumplir con ese objetivo” (…) “Repsol estaba en el juego financiero, YPF financió el crecimiento de la petrolera española”, finalmente el diputado devolvió la gentileza de quienes acompañaron el proyecto porque “los partidos políticos opositores no son nuestros enemigos, nuestros enemigos son las corporaciones”.
En la sesión el diputado Oscar Aguad (vale repetir su actual cargo: ministro de comunicación de Macri) fue despedido al grito de “¡Andate gorila!” mientras se retiraba del recinto a la hora de la votación. La actual Secretaria de Ética Pública, Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Laura Alonso, fue abucheada en varias ocasiones al grito de “vende patria”. Justificó su voto en contra diciendo que “YPF es un capítulo más de esta novela desastrosa. Este Gobierno fue y es parte del saqueo de los recursos naturales. No vamos a convalidar con nuestro voto que siga esto en el futuro”. Hoy sus investigaciones a los actuales funcionarios corruptos no avanzan, no existen o desaparecen, dando riendo libre al saqueo, desde el Estado, no sólo de los recursos naturales, sino de todo un país.
Cinco años después, dos modelos de país pugna.
A casi cinco años de la expropiación del 51% de las acciones de YPF, Ensenada fue la localidad de la provincia elegida para realizar el homenaje. Muy cerca de la refinería de YPF de esa localidad, en el estadio municipal, se hicieron presentes Ramón Garaza, Secretario General del Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPeH), el Intendente del municipio, Mario Secco, el Diputado Nacional (FPV-PJ) Wado de Pedro y Axel Kicillof, actual Diputado Nacional (FPV-PJ) y ex ministro de economía.
“Los 5 años tiene un significado muy especial ya que nos encontramos frente a un modelo neoliberal que permite reemplazar el rol protagónico del Estado por el mercado, considera la energía como una mercancía y por lo tanto excluye a los sectores de la comunidad del acceso a los servicios públicos. No volver atrás, completar lo que quedó inconcluso y realizar lo que no se intentó” aseguró Ramón Garaza, remarcando también la importancia del trabajo como un derecho.
Por su parte, Axel Kicillof no dudó en destacar la coincidencia del período neoliberal de los 90 con el gobierno de Mauricio Macri y aseguró que “Nosotros podemos decir que no sólo fue un sueño, fue una realidad. Cinco años después, la obra de Cristina Fernández de Kirchner, la estamos festejando los trabajadores, y le decimos a los neoliberales que hoy nos gobiernan que ni se les ocurra poner la mano sobre YPF”.
“Dijeron que el Estado era malo y era ineficiente, que no podía gestionar (…) Hemos demostrado a los neoliberales que no solo el Estado puede gestionar y puede gestionar bien, sino que después de décadas de gestión privada, el Estado gestionando YPF logró ponerla productiva, a crecer y mostró que el Estado no solo es una figura para pegarle sino que también es la figura de los trabajadores. El Estado somos nosotros”.
Destacó también el papel fundamental de la energía y del petróleo en la dominación de una nación y remarcó el interés neoliberal de una energía cara para que la importemos y lo paguemos a precio internacional.
El último orador fue el Intendente Mario Secco, quien destacó la importancia de la unidad y la organización del movimiento obrero para no volver a caer en los 90, símbolo de miseria y del hambre. “No creyeron en la capacidad de reacción del movimiento y nos siguieron menospreciando, como hoy menosprecian a los docentes, los más intelectuales del movimiento obrero”.
“No nos van a perdonar que durante 12 años y medio distribuimos la riqueza para que ellos no roben al pueblo argentino, jamás nos van a perdonar”. También destacó a la organización y a los jóvenes: “Nos queda una organización con millones de economistas, médicos, trabajadores y millones de jóvenes que se preparan para gobernar porque van a ser mucho mejor que nosotros, no tengo duda que van a ser mejor que nosotros”
Si bien los pilares básicos de la Ley 26741 no se han modificado, hoy el horizonte petrolero es muy distinto al que se avizoraba en el 2012. Lo demuestran los ceos que actualmente nos gobiernan y el campo energético no sería la excepción. Juan josé Aranguren, a cargo de dicha cartera, proviene de la firma anglo-holandesa Shell. Los tarifazos y los negociados favoreciendo a aquella empresa “con coronita”, deja al descubierto a qué intereses responde el actual Estado nacional y pone sobre la mesa los dos modelos de país en pugna hace más de 200 años.
“En la argentina, históricamente, desde los tiempos que se formó nuestra nación, existen y se contraponen dos modelos de país. Uno es el neoliberal: el modelo que quiere que argentina sea exclusivamente un país de producción primaria, un país de materias primas con salarios bajos y de especulación financiera. Y eso se hace con medidas como: abrir las importaciones; dejar entrar y salir libremente a los flujos especulativos; privatizar y bajar los salarios… Y algunos creían que ese modelo era el único posible.
¿Saben qué? En los doce años se mostró, con Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que Argentina puede ser un país digno, que Argentina puede ser un país soberano, un país industrial y un país con justicia social. Lo tenemos ahí y lo tenemos adelante… porque ese es el país que venimos a seguir construyendo. En ese país la energía o el petróleo no es simplemente un bien o una mercancía, un valor de importación o de exportación. El petróleo y la energía en la Argentina tienen un papel mucho más importante. Necesitamos un país donde la energía sea para el desarrollo y para la industrialización, no para que se enriquezcan tres vivos y se lo lleven todo y nos dejen sin recursos”, Axel Kicillof.