VAMOS A VOLVER

DETRÁS DE FOX-TURNER SE LO PUEDE VER A CLARÍN

(Por Carlos Aira*) Lo que todos sabíamos finalmente se cristalizó: Luego de siete años de Fútbol para Todos, Clarín tomará nuevamente el control de un negocio que permitió la diversificación del grupo: la televisación del fútbol argentino. 


Ya no será como antes. El mundo ha cambiado y las tecnologías se han diversificado. Por delante aparecen dos empresas de la comunicación antagónicas en cualquier lugar del mundo salvo en Argentina. Públicamente, Fox y Turner parecen ser las encargadas del negocio, pero sabemos que no es así. El intríngulis interno de las empresas es complejo pero vital para comprender el negocio:

Torneos (ex TyC) tiene a su cargo la producción de Fox Sports para el Cono Sur. Turner pertenece a At&t , histórica empresa estadounidense de telecomunicaciones, que es la dueña de DirectTV. Esta, a su vez, es la dueña de Torneos. Ergo, todo remite a AT&T, socio del Grupo Clarín en el negocio de la telefonía. Clarín es el dueño de Cablevisión. Cartón lleno.

Si bien aún no se conocen los montos exactos del nuevo contrato, estamos hablando de cifras millonarias: mil doscientos millones de pesos en concepto de llave. Ese sería el dinero que negoció el Gobierno con Clarín y AFA. Este dinero es el que debía pagar el Estado por la rescisión de un contrato que tenía vigencia hasta junio de 2019. Por otra parte, el contrato anual que ingresaría a la casa central del fútbol argentino estaría por encima de los tres mil millones cada 365 días. El mismo tiene una duración de cinco años.

ESPN y la española MediaPro también pugnaban por los derechos. Ambas sabían que corrían en franca desventaja por lo que significa el Grupo Clarín. Las claves de este contrato hay que encontrarlas en dos puntos: la decisión del Poder Ejecutivo de devolver favores prestados al Grupo Clarín y, por otra parte, el multimillonario juicio que estaban llevando adelante Torneos y Trisa (empresa de televisación de Clarín y Torneos) por la finalización anticipada del contrato en 2009. Se estima que ante un fallo en contra, AFA debería abonar ocho mil millones de pesos. La presión que puede ejercer el grupo de calle Tacuari sobre el Poder Judicial es una realidad conocida por todos.

Curiosamente, Fox-Turner – reiteramos, dos empresas antagónicas y sin supuesto anclaje nacional – presentaron una constancia en la cual aseguraban que Televisión Satelital Codificada desistiría del juicio contra AFA si eran ellos quienes se quedaban con los derechos. Sin dudas, una situación irregular en el marco de una licitación entre empresas: una externa que tercia contra sus propios intereses en beneficio de una tercera“En España, una carta así estaría contraviniendo la legalidad”, aseguró Tatxo Benet, CEO de Mediapro.  Por su parte, en ESPN consideran que el procedimiento fue sui generis y evaluarían efectuar una protesta.

El gobierno nacional ofició de actor principal en esta realidad. En campaña, Mauricio Macri prometió que la gratuidad del FPT continuaría. Con mucha hipocresía sostuvo: “¿Por qué yo me tengo que intoxicar, en un momento lindo, viendo a Boca? ¿Por qué me tienen que meter la política en el medio?”. Lo cierto es que Mauricio Macri tuvo muy claro que el negocio del fútbol debía entregárselo a Clarín. 

El presidente designó a Fernando Marín, ex gerenciador de Racing Club, a cargo de FPT. Lo hizo en plan de enajenador. En enero de 2016 comenzó el estrangulamiento económico de los clubes. Su principal alfil fue Daniel Angelici, quién pretendió tomar AFA de facto junto a Rodolfo D´Onofrio y Marcelo Tinelli. Fallaron. El siguiente paso fue no pagar la cuota correspondiente de FPT a AFA. En junio la situación se hizo insostenible. La casa central del fútbol nacional fue implotada por el Gobierno Nacional. Llegó la intervención de facto. La constitución de una Comisión Normalizadora impresentable. Al frente de la misma se lo puso a Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba, dueño de Tsu Cosméticos y único empresario al cual puede decirse que llevó adelante un gerenciamiento exitoso en el fútbol nacional. Como número dos quedó Javier Medín, abogado de Boca Juniors, y con pasado en SOCMA (Sociedades Comerciales Macri). Clarísimo, ¿No?.

Un dato. En julio del año pasado lo adelantamos en Radio Gráfica: detrás de Turner-Fox estaba Fernando Niembro. El veterano periodista fue el encargado de enlazar las empresas y generar el negocio. Otro dato: ¿Como es posible que las reuniones entre los CEO de ambas empresas se haya realizado en Casa de Gobierno y no en AFA? No sucedió una, sino dos veces. El lobby fue impúdico.

El futbol dejará de ser gratuito. Existe un reflejo social diferente a 1991, cuando comenzó la codificación del fútbol. En aquellos días menemistas, en los cuales Clarín peleó el negocio a brazo partido contra Editorial Atlántida, no existía un reflejo popular cercano de televisación de fútbol. Tan sólo en algunos partidos internacionales de Selección Argentina. Hacía más de una década que no había partidos de primera división en vivo. Es más, los partidos de Copa Libertadores o SuperCopa se daban – en muchos casos – en diferido. El pueblo se había acostumbrado al resumen de Fútbol de Primera o Todos los Goles. La codificación del fútbol se vivió como una novedad positiva. Era la posibilidad, por algunos pesos convertibles, de mirar en vivo los 90 minutos de juego. Fue el gran negocio de Clarín. La compra de cientos de servidores de cable – mil millones de dólares, arriesgan algunos – le permitió al Grupo ser dueños del monopolio de las telecomunicaciones. Los que conocen los números del grupo estiman que Clarín perdió entre 10-15% anual de su facturación por carecer en forma directa de su producto fútbol.

El fútbol es gratuito desde agosto de 2009. Toda la sociedad se acostumbró a ver todos los partidos desde el living de su casa sin pagar. Más allá del zonzo que no comprende que el fútbol es una industria cultural de alto valor agregado y sigue creyendo que el dinero estatal irá a salud y educación – áreas cada vez más desfinanciadas – la pregunta que nos hacemos es

¿Cómo impactará en la sociedad una suba desmesurada del servicio de cable? ¿Se tragará aquello del sinceramiento? ¿Aceptará mansamente los nuevos tiempos? Son interrogantes que se irán develando en un complejo año electoral, en el cual los indicadores económicos no le son nada positivos al gobierno nacional. ¿Tejerá otra alianza con Clarín para proseguir con la gratuidad del fútbol hasta pasado octubre? Todo es posible siempre y cuando haya un negocio mayor a la vuelta de la esquina. 

Finalmente, un tema tan silencioso como importante. ¿Donde se firmará el nuevo contrato de televisación de nuestro fútbol? Los nuevos dueños de la tele quieren hacerlo, si o si, en Nueva York. ¿Por qué? Porque entienden que bajo las normativas legales neoyorkinas sus intereses estarán blindados ante posibles avances populistas. La sola mención de FPT genera urticaria y nadie sabe que pasará en 2019 por estas tierras.

* Periodista. Abrí la Cancha, Radio Gráfica FM 89.3. www.xenen.com.ar ,  La Señal Fútbol.