El pueblo salió a las calles para protestar contra el Tarifazo, pero también para señalar la aplicación de recetas económicas que benefician a los sectores poderosos. Pito, matraca y bombo, sumado al pedido de renuncia de Aranguren, sobrevolaron una noche de lluvia y punto de quiebre en la hora de los multi reclamos.
La calle
Cerca de las 20hs del jueves 14 de Julio, una columna encabezada por asociaciones de consumidores y organizaciones políticas y sociales dobló para encauzarse por la calle Corrientes y desembocar en el Obelisco, donde desde temprano se manifestaban organizaciones de izquierda y sindicales. El grito fue uno sólo y en dos tiempos: que renuncie Aranguren y abajo el tarifazo.
Desde la calle Corrientes (con su luminaria apagada por la suba del costo de energía), los transeúntes saludaron el reclamo desde la vereda. En la esquina de Corrientes y Cerrito se podían ver imágenes heroicas: una pareja de jubilados meta aplausos y reclamos bajo la lluvia y sin paraguas. También estaba Ana, la joven que filmó a un grupete de policías que intentaron bajar de un tren a un jubilado que protestaba contra Macri.
-¿Por qué vino al Obelisco?
-Somos dos jubilados en nuestra casa y no podemos pagar ni el agua, ni la luz, ni el gas.
-¿Tiene que renunciar el Ministro Aranguren?
-Sí, que paren con esta locura.
Hubo cacerolas pero pocas, y nula participación policial. Sólo dos motos provocaron pasando por un costado de una de las columnas. La zona del obelisco se llenó de grito espontáneo y también organizado, sin cruzarse, y completando una movida que repercutió a nivel federal. El punto máximo de la noche se expresó con una larga bandera argentina que cruzó en diagonal el reclamo multiplicándolo.
En la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense hubo distintos concentraciones y cortes de calle, muchísimos. En algunos barrios el ruido de las cacerolas, bubuzzelas, pito, matraca y bombo, duró hasta media hora. No hubo forma posible de que nadie se entere de la magnitud de la manifestación.
La corte, los fallos y una justicia que no sentencia
La Corte Suprema de Justicia de la Nación no sorprendió. Acorde a su historia emitió un fallo salomónico. Pidió informes, ganó tiempo y pateó toda resolución para después de la feria judicial en Agosto. Señaló, sin embargo, algunos puntos concretos: la realización de una audiencia pública- Aranguren sigue citando la de 2004-; en segundo lugar plantea si el Gobierno Nacional tuvo en cuenta la repercusión de la suba de tarifas en las economías regionales y el impacto del aumento en relación al ingreso salarial de los trabajadores.
Un día antes el Gobierno reconoció contactos con el Poder Judicial. Esto demuestra la sintonía en varios puntos: “la gradualidad” y la realización de la audiencia pública para Octubre. Sin embargo, la suspensión por parte de la Cámara Federal Número 2 de La Plata, dejó en un lugar cuasi de injerencia de poderes para el ejecutivo, ya que a pesar del fallo insistió con una medida de decreto de una suba del 400 %.
Hay más. El juez Luis Arias informó a través de su cuenta de Facebook y en varias entrevistas que continúa la anulación de la suba en la tarifa eléctrica. Sucede que el Gobierno provincial había apelado su resolución.
Además, en estos días se conoció un nuevo fallo de la justicia de Lomas de Zamora, ahora por el tema agua. Otro tema que va generar más que ruidazo, ya que los aumentos trepan de manera sideral.
En el medio hubo infinidad de idas y vueltas: ¿Pagar o no? Fallos, recursos, pedidos de tratar el tema durante la feria judicial y demás. Una cosa quedó en claro: la resolución de fondo la tomará la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El reclamo es federal
A poco de empezar el ruidazo comenzó a circular la noticia de un nuevo fallo de la justicia de Santiago del Estero que anulaba la suba de tarifas. El día anterior, la oposición en su conjunto, votó un proyecto de comunicación donde señalaba la urgencia de anular los decretos del Ministerio de Energía.
En Córdoba- donde la alianza Cambiemos arrasó en las elecciones- las manifestaciones fueron multitudinarias. En los últimos meses, en la provincia mediterránea, se recibieron y aceptaron más de 200 cautelares.
En estos días, en las provincias patagónicas, hay un promedio de entre –5 y –10 grados. Los usuarios suben imágenes y videos a las redes sociales con camperas y gorros, señalando la hora y el frío que tienen. El calefactor: apagado o al mínimo.
La hora de los multi reclamos
Si hay algo puntual que mostró la movilización del jueves es que la gente sale rápido a la calle: por historia, por aprendizaje y, también-¿por qué no?- por intereses. En cambio el Gobierno sigue haciendo oídos sordos y buscando por todos los huecos posibles obturar el recorrido judicial que transitan las medidas. Juan José Aranguren, el creador de la injusticia tarifaria, fue respaldado en cada una de las intervenciones discursivas de los funcionarios del Gobierno.
En el escenario de disputa el macrismo ha quedado sólo. Es imposible que la base social que lo apoyó para su arribo a la Rosada, valide medidas de este tipo. Por la misma razón, tampoco cosechó consenso de los distintos actores sociales.
En la calle- y en buena hora- va aclarando un panorama que invita a fortalecer los caminos, optando por una combinación de “banderas blancas” y precisas, que no por eso dejan de ser políticas y comprometidas. La necesidad de una fuerza que amplíe el arco y frene a esta locura.
Salir a calle una vez sirve si se vuelve a salir todas las noches a cacerolear hasta torcerle el brazo a la mala justicia. Si solo se salió el jueves y nada más “nos siguen pegando bajo”.
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