BALAS O MULTITUDES ORGANIZADAS

El fin de semana hubo varios hechos violentos que se corresponden con el discurso estigmatizante del gobierno macrista. El sábado a la noche fue baleado un local de Nuevo Encuentro en Villa Crespo, cuando más de 400 personas estaban cantando: “Vamos a volver”. Martín Sabbatella, se reunirá hoy a las 16 con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Ellos deben saber que ese discurso tiene consecuencias en la sociedad”, dijo el presidente de la AFSCA.

Por Vanina Pasik / Fotos: Facundo Nívolo y archivo.

Ese mismo día, un grupo de encapuchados atacó a miembros de la murga “Los Reyes del Ritmo” de la Villa 1.11.14, en el Bajo Flores, que fue reprimida por Gendarmería hace unas semanas.  Esta vez, mataron a uno, pero podrían haber sido dos. Miriam Irene Villa (40) recibió tres balazos en el torax y luego de ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Piñeiro, se encuentra en estado de coma inducido. También fueron trasladados con heridas de balas de plomo Fernando David González (21) y Horacio Villarreal (48). Luego de varias intervenciones, el primero de ellos perdió la vida.  Hay versiones de que hubo una respuesta, de que dos hombres intentaron escapar en un auto y fueron aprendidos por la Gendarmería. De cualquier forma, la seguridad se construye con participación de los vecinos, y no solamente llegando después de los hechos. La causa quedó a cargo del juez de instrucción 24, Jorge De Santos, que dispuso una autopsia y otras medidas de prueba en el barrio.

Como si fuera poco, la semana pasada terminó con la represión a los maestros de Santiago del Estero y a los trabajadores de la vía pública, los manteros, de la calle Avellaneda de la Ciudad de Buenos Aires.

Luego de los anuncios del 35 % de aumento al básico, la suma en blanco de un maestro se va de $ 2119 a $ 2980. El reclamo de los trabajadores de la educación es el blanqueo de las cifras en negro que hacen que, el sueldo inicial de un maestro, con el nuevo aumento, llegue a $8500.

Rubén Zamorano, docente de la provincia dijo: “Los dos docentes detenidos son Darío Palomo y el compañero Ítalo Garnica. La policía formó dos cordones policiales, para que los docentes no tengan acceso a las afueras de la Casa de Gobierno, cerraron la zona alrededor de dos cuadras, utilizando también drones  para filmar y ver quiénes éramos los que adheríamos al paro y nos movilizábamos. Cortaron todos los accesos a la Capital, deteniendo a los docentes que venían del interior de la provincia y que intentaban llegar a la Capital”.

El viernes fue el turno de los manteros. La Policía Federal llegó a Avellaneda y Nazca, en el barrio porteño de Flores, con la misión encargada por el ministro de Seguridad porteño de reprimir. En medio de la avanzada con gases lacrimógenos corrieron a los trabajadores callejeros tres cuadras, empujaron a una embarazada y tiraron al piso a una mujer en silla de ruedas. Mientras se dispersaban, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, justificó la medida policial: “lo que nosotros hicimos fue perseguir a las mafias, ni siquiera dejan que la gente entre a los comercios”, dijo en Radio 10.

La multitud, único resguardo

Con este clima de fondo, el local de Nuevo Encuentro multiplicó las invitaciones y el domingo a las 14 eran más de mil las personas que se juntaron a repudiar el ataque de la noche anterior. “Hay algunos o algunas que con este contexto político que se inició en diciembre consideran que tienen vía libre a tener este tipo de prácticas, disparar balas de plomo sin ningún reparo. Hay que terminar con el espiral de odio, de bronca, de estigmatización de la militancia porque eso genera una situación propicia para que personas fundamentalistas tomen esta actitud”, expresó el legislador porteño José Cruz Campagnoli.

En las redes sociales se supo al instante que una bala había entrado y salido por el brazo de una militante de La Cámpora, y que otro proyectil había rozado el hombro de una chica más, que tenía en brazos a su hermanita de 4 años. “Si no hay un muerto a esta hora es sólo por falta de puntería”, declaró Gabriela Cerruti.

Entrando al mes de marzo vale la pena empezar a pensar en la movilización, a 40 años del último golpe de Estado cívico militar. Estará Barack Obama en nuestra tierra y será una buena oportunidad para remarcar que la suerte de la Patria Grande va unida, con la sangrienta restauración del orden conservador y colonial, o con los proyectos populares, que tanto fortalecieron a los pueblos en la última década.  

Estos hechos, que se presentan como aislados y sin conexión alguna, van generando un clima de miedo e incertidumbre con el objetivo de aislar a cada individuo. No hay un punto de llegada. 12 años no habían alcanzado para concretar un proyecto de país económicamente independiente, políticamente soberano, socialmente justo. Pero la dirección de las políticas de Estado iba en ese sentido.

Contra las balas de los locos sueltos y la represión organizada desde el Estado nada mejor que ser multitudes en las calles, en las plazas, en los reclamos. Multitudes organizadas.